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Margarita Zavala asiste a Los Herederos

[imagen] Ayer el Cinépolis Centro mostró un fuerte dispositivo de seguridad desde muy tempranas horas. Los alrededores del cine estaban vigilados y en la entrada del mismo se colocaron dos aparatos detectores de metales así como personal para revisar las pertenencias de cada uno de los asistentes. ¿El motivo? La primera dama, la licenciada Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón asistiría a tres funciones, el Programa 11 de Documental Mexicano Flores; los cortometrajes del Foro de los Pueblos Indígenas y la función de Los Herederos de Eugenio Polgovsky.

Zavala llegó acompañada de Magdalena Ojeda, esposa de Leonel Godoy, gobernador de Michoacán; Alejandro Ramírez, presidente del Festival Internacional de Cine de Morelia y de Daniela Michel, directora del FICM.

[imagen]El programa 11 de cortometrajes, que incluyó Ciudad huacal, de Christoph Muller y Stanley Sprockets: 101 ways to make a world tour, de Erick Zavala Flores, fue proyectado en la sala 1 donde Ramírez les dió bienvenida.

Posteriormente llegaron a la sala 2 en la que se exhibieron los cortometrajes chiapanecos que integran el programa del Foro de los pueblos indígenas con los títulos: La fiesta del maíz. El tercer encuentro del Maíz Zoque de Roberto Alejandro Corzo y José Angel López; Día de muertos en la tierra de los murciélagos de Pedro Daniel López; Mil años después… de Pablo Chankín; Saberes de las partes indígenas de Chiapas de Pedro Agripino Ico Bautista y Cómo aprendí a trabajar de Marcela Moreno Burgos.

Por último la licenciada Margarita Zavala y la ingeniera Magdalena Ojeda, directora del DIF Estatal, asistieron a la exhibición de Los Herederos programada para las 21:00 horas y en la que, además del realizador, Eugenio Polgovsky, asistieron personalidades como Marina Stavenhagen, directora del IMCINE; Jean Christophe Berjon, director de la Semana Internacional de la Crítica y la actriz Patricia Bernal.

[imagen]Los Herederos hace un retrato de la triste realidad que viven los niños en diversas comunidades de México, que lo mismo trabajan, en condiciones deplorables, en una fábrica de ladrillos, en el campo (cortando leña, tomate, ejote), haciendo figuras de madera o alebrijes, así como en telares o en casa preparando alimentos. La edad no importa, ellos aprenden desde muy pequeños la responsabilidad de trabajar, ésta es la única herencia que les dejan sus padres.

Ante las imágenes de pobreza, cansancio e inocencia que reflejan los niños en su mirada, que hiere por las condiciones en que viven y mediante la cual se refleja una terrible situación de abandono y de olvido, el público respondió conmovido y retribuyó a Polgovsky con un fuerte aplauso.

El cineasta comentó que trabajó tres años en la realización de este documental que fue filmado en diferentes comunidades de los estados de Veracruz, Oaxaca, Puebla y Guerrero, “donde las imágenes hablan por sí solas.”