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Lynn Fainchtein: ¡Que viva la música!

Fue el pasado 1 de marzo que la comunicadora, productora y supervisora musical Lynn Fainchtein falleció en España a la edad de 60 años. Con más de 130 películas y series en su haber, Fainchtein fue sin lugar a dudas quien marcó la pauta sonora del cine mexicano contemporáneo.

Comenzó su travesía musical en la estación Rock 101, como titular de los espacios Sonorock y Salsabadeando. Fue en este espacio radiofónico que Lynn forjó una entrañable amistad con un joven locutor que había decidido incursionar en la industria audiovisual: Alejandro G. Iñárritu. La banda sonora de Amores perros, elegida por Fainchtein con una precisión casi quirúrgica, es hoy un referente obligado para todo aquel que se precie de entender no sólo el cine sino la escena de rock nacional.

Lynn Fainchtein

Recientemente, Lynn Fainchtein colaboró muy de cerca con realizadores emergentes que hoy en día cosechan grandes éxitos y el reconocimiento de la crítica a nivel mundial; ese mundo de terciopelo y luces neón de Manolo Caro no estaría completo sin la paleta sonora de Lynn, llena de texturas y matices. ¿Y quién mejor que Lynn para seleccionar las pistas que acompañan a la adaptación que hizo el cineasta colombiano Carlos Moreno a la obra de ese otro melómano irredento, Andrés Caicedo: Que viva la música?

A manera de homenaje, el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) comparte una selección musical con algunos de los temas elegidos por Lynn Fainchtein para acompañar escenas que se han vuelto clásicos recientes en nuestra cinematografía: desde ese instante de pasión desencadenada entre Gael García y Vanessa Bauche mientras escuchamos Lucha de gigantes, de Nacha Pop (Amores perros, Alejandro G. Iñárritu, 2000), hasta el momento en que Yaritza Aparicio trapea el suelo de una afable casita en la Colonia Roma mientras Te he prometido, de Leo Dan, suena al fondo (Roma, Alfonso Cuarón, 2018). Gracias por la música, Lynn.