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Los gritos de Independencia y los héroes que nos dieron patria

En 1907, tres años antes de celebrarse el primer centenario de la Independencia de México, Felipe de Jesús Haro dirigía El Grito de Dolores o La Independencia de México, a la vez que asumía el papel de Miguel Hidalgo y Costilla en un rudimentario y didáctico mediometraje de exaltación patriótica que inauguraba un tema poco tratado por el cine histórico nacional si lo comparamos con la amplia producción de relatos sobre la Revolución, seguida de 1810 o ¡Los libertadores! (1916) de Manuel Cirerol Sansores y Carlos Martínez de Arredondo, primer largometraje de argumento realizado en México. No obstante, la tercera cinta sobre la gesta independentista coloca en la escena fílmica al michoacano Miguel Contreras Torres, el mayor promotor del cine histórico nacional dedicado, con buena fe, a catapultar a esos héroes de busto de bronce con los tópicos de rigor y el acartonamiento propio de la industria fílmica nacional de aquellos años, en: ¡Viva México!/ Alma Insurgente/ El Grito de Dolores (1934).

En un extraño alarde de patrioterismo insertaba la creación del Himno Nacional Mexicano, escrito y musicalizado más de cincuenta años después. Más curioso aún es la personificación de la Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez como una anciana –en realidad tenía 28 años durante los sucesos insurgentes-, interpretada por Sara García que tampoco era una mujer mayor. En ella, Hidalgo (Paco Martínez), se levanta en armas la noche del 15 de septiembre de 1810.

La virgen que forjó una patria (1942) de Julio Bracho
La virgen que forjó una patria (1942, dir. Julio Bracho)

En La virgen que forjó una patria (1942) de Julio Bracho, con guión del ultraderechista René Capistrán Garza, se combina la gesta de Independencia y los milagros de la “Reina de México”. Al proponer el estandarte con la Virgen de Guadalupe, Hidalgo (Julio Villarreal), repasa los antecedentes históricos del país, remontándose a la aparición de la Guadalupana a Juan Diego, en un relato patriótico que otorgaba más crédito al vestuario que a la ideología de los personajes.

Contreras Torres propone a su vez la figura de José María Morelos y Pavón interpretado por Domingo Soler en su díptico integrado por: El padre Morelos (1942) y El Rayo del Sur (1943). Aquí, Morelos apoya a Hidalgo en su lucha contra la corona y más tarde, es nombrado Siervo de la Nación. Derrotado por Agustín de Iturbide es capturado y la Inquisición lo condena a ser fusilado de espaldas y de rodillas.

En El criollo/ Un caballero de Jalisco (1944), de Fernando Méndez, Roberto Silva regresa de la guerra de Independencia para vengar la muerte de su padre, despojado de sus bienes por un mal hacendado que encarna José Baviera. En 1965 se filma en Tepoztlán, Morelos siervo de la nación, dirigida por Julio Bracho; una suerte de mezcla entre el reportaje, la ficción y el documental. Y en 2012, Antonio Serrano retomará de nuevo la historia de Morelos, protagonizada por el espléndido actor Dagoberto Gama, centrada en los últimos años de su vida. Antes, en el contexto del cine Echeverrista, se realizarán dos importantes puestas en escena centradas en figuras poco conocidas de la guerra de Independencia: la fatídica incursión del español Francisco (Xavier) Javier Mina (1789-1817) y María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio (1778-1850), en los filmes: Mina, viento de libertad (1976), del realizador vasco Antonio Eceiza, y La Güera Rodríguez (1977), de Felipe Cazals. Mina, liberal español, llegó a México para abrazar la causa insurgente luego de ser contactado por Fray Servando Teresa de Mier y fue fusilado a la edad de 28 años encarnado por José Alonso.

Hidalgo, la historia jamás contada de Antonio Serrano (2010)
Hidalgo, la historia jamás contada (2010, dir. Antonio Serrano)

En cambio, Fanny Cano interpreta a la bella y acaudalada criolla que apoyó la causa independentista, conocida como La Güera Rodríguez a partir de un argumento de Julio Alejandro y Emilio Carballido. Cazals consigue una atrayente recreación aunque no puede escapar de cierta teatralidad y escenarios sobrecargados para narrar la participación de ésta heroína en asuntos de cama y políticos. En el nuevo milenio, Hidalgo, la historia jamás contada de Antonio Serrano (2010) muestra el lado humano del cura Hidalgo: “Una bestia lujuriosa…un jinete del Apocalipsis…Un Herodes…” son algunos de los tantos apelativos que despierta el párroco de San Felipe Torresmochas en Guanajuato alrededor de 1792. Y es que el Padre Hidalgo que aquí se retrata es bebedor, jugador, amante del baile y de las mujeres y, por supuesto, defiende a los desvalidos y está en contra de la tiranía, la imposición y la hipocresía moral que le rodea, protagonizado con eficacia por Demián Bichir que mantiene una tórrida y sensual relación con Josefa Quintana (Ana de la Reguera).

Por último, El baile de San Juan (2010), de Francisco Athié, plantea personajes conscientes de que pasaran a la Historia y gran despliegue de ambientación, en una mezcla de lugares comunes televisivos y nuevos apuntes históricos, como sucede en la muy interesante colección de cortos animados producidos por Imcine: Suertes, humores y pequeñas historias sobre Independencia (2010).