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La ficción nació michoacana

Los 23 minutos de la cinta Aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhart se exhibieron por primera vez en el Teatro Lírico de la ciudad de México en 1913. Una función que llevó al público de la risa al asombro al reflejar imágenes de la vida cotidiana en la ciudad de México. Casi cien años después, y gracias al minucioso trabajo de restauración y conservación de la Filmoteca de la UNAM, una de las películas más emblemáticas de los hermanos Alva volverá a sorprender al público, esta vez en Morelia.

Un homenaje a los hermanos Alva en la octava edición del Festival tiene un doble motivo: el primero, continuar con la tradición del FICM de celebrar cada año a un una figura del cine nacida en Michoacán, como lo han sido Stella Inda, Miguel Contreras Torres, Ezequiel Carrasco, Fernando Méndez García, Lilia Prado y Julio Alemán; el segundo motivo, celebrar el centenario de la Revolución Mexicana. Los hermanos Alva, junto con Salvador Toscano, Antonio Ocañas y Jesús H. Albitia, fueron los primeros documentalistas mexicanos que retrataron la vida cotidiana de México y los inicios de los andares revolucionarios.

Con una pesada cámara Pathé de 1908, los hermanos de Alva filmaron por primera vez el acontecer de Michoacán. De su primera época son las breves cintas Kermesse en la Alameda de Santa María, Calle del Empedradillo, Plaza de la Constituación, Estatua de Colón en la Reforma, La nevada del 11 de febrero e Inauguración del tráfico internacional por el Istmo de Tehuantepec.  Después zarparían a la ciudad de México, dejando pendiente la fábrica de bicicletas que tenían en Michoacán para dedicarse de lleno al cine.

Alva hermanos se convirtió en un sello que incluyó la exhibición, distribución y producción de películas en las primeras décadas del siglo XX. No sólo estuvieron interesados en filmar lo que acontecía frente a sus ojos, también necesitaban impulsarlo y lograr que sus cintas y las de otros mexicanos llegaran a más espectadores. Empresarios del cine, los hermanos Alva construyeron en 1906, en la ciudad de México, las sala Academia Metropolitana, más tarde abrirían el Cine Casino y el María Guerrero, ubicados en la colonia PProxy-Connection: keep-alive
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ralvillo.
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empresarios, los hermanos Alva también encontraron un buen nicho comercial en la distribución de productos cinematográficos. Desde principios del siglo XX fueron los distribuidores de las compañías P. Avelline y De Lalande, y concesionarios de  las marcas europeas de fotografía: Pathé, Gaumont, Le Film d’Art, Éclair, Lux y Eclipse.

Corridas de toros, actos cívicos en Morelia, fiestas en la capital, celebraciones políticas y las giras de Francisco I. Madero y Pino Suárez fueron sus siguientes documentales filmados un año antes de la Revolución. En 1909 realizarían uno de los primeros reportajes documentales del cine mexicano: La entrevista Díaz- Taft que exhibió el viaje del aún presidente Porfirio Díaz a la ciudad de El Paso, en Texas para llegar a su entrevista con el presidente de Estados Unidos William Howard Taft. Un trabajo que incluyó proceso de preproducción, guión y edición para retratar las dos realidades de los países vecinos.

Como productores y directores realizaron los documentales Las fiestas del centenario de la Independencia (1910), La insurrección de México (1911), Viaje del señor Madero de Ciudad Juárez a la Ciudad de México (1911), Revolución orozquista (1912), y La decena trágica (1913).  

En 1930 Alva hermanos termina de operar, dejando para la memoria de México miles de pies de cinta cinematográfica de la realidad de un país en constante cambio y lleno de asombros frente y detrás de las cámaras.

El 8º Festival Internacional de Cine de Morelia celebra a los hermanos Alva para recordar que el cine mexicano tuvo un sólido  y  vanguardista inicio con origen michoacano.