24 · 04 · 25 Irene Jacob. LA DOBLE VIDA DE VERÓNICA: Morelia 2023 Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Rafael Aviña En octubre del 2023, la afamada actriz de cine y teatro, Irène Jacob no sólo formó parte del jurado de largometraje mexicano en la edición 21 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) sino que presentó la película La doble vida de Verónica de Krzysztof Kieslowski con la que obtuvo el premio a la Mejor Actuación Femenina en el Festival de Cannes en 1991. De enorme carisma y sencillez como se pudo constatar durante su paso en el festival, Irène Jacob debutó en Adiós a los niños de Louis Malle en 1987 y a partir de ahí ha trabajado en más de 80 películas para cine y televisión bajo las órdenes de realizadores como Antonioni, Wenders, Angelopoulos, Agnieszka Holland, Oliver Parker y más; asimismo, en septiembre de 2021 fue elegida para presidir el Instituto Lumière a la muerte del cineasta Bertrand Tavernier. La doble vida de Verónica (1991, dir. Krzysztof Kieslowski) Luego de El Decálogo (1989), los problemas con la censura en su natal Polonia se agudizaron y Kieslowski filmaría La doble vida de Verónica en coproducción con Francia; país que le abriría las puertas. Aquí, la Veronika de Cracovia y Varsovia, comparte con la Véronique de Clemont Ferrand y París el gusto por la música: la primera es la impactante primera voz de un coro, la segunda, una profesora de música. Ambas son huérfanas de madre, sufren una afección cardiaca y recurren constantemente a una misma pomada para los labios. Armada por dos episodios complementarios, uno filmado en Varsovia y otro en París con la misma Iréne Jacob, Kieslowski, más lejos de Edgar Allan Poe y más cerca de Jorge Luis Borges, indaga en la posibilidad de las vidas repetidas, de las coincidencias azarosas que unen a dos mujeres idénticas en dos naciones opuestas. Ante los rasgos precisos y grandilocuentes de la heroína trágica que encarna la Veronika polaca, su doble francesa aparece como una personalidad fragmentada y lánguida que se redime ante la vida, gracias a la tragedia de la primera, en una obra sublime de desdoblamientos, más poéticos que intimistas. Irène Jacob en el 21er Festival Internacional de Cine de Morelia Más allá de los límites del fantástico o de la delirante persecución metafísica-sobrenatural representado en filmes como El otro (1972, dir. Robert Mulligan) y sobre todo en William Wilson (1968, dir. Louis Malle, en su episodio de Historias extraordinarias), aunque, sin dejar de lado el inquietante toque de misterio, el cineasta polaco consigue aquí una perturbadora reflexión sobre el tema del doble, según una propuesta arriesgada y compleja que traspasaba su cerrado, pesimista y claustrofóbico universo del Decálogo fílmico (recuérdese: No matarás y Breve historia sobre el amor).En La doble vida de Verónica, el reconocimiento de la existencia de ese otro idéntico en una plaza polaca, la que mira y la que capta con una cámara, no se refiere sólo al asunto del doble, sino a la manera de implicar dos mundos y realidades opuestas a partir de un análisis de la condición humana y de la sensible interpretación de la bella Iréne Jacob, en esa profunda recreación de dos vidas paralelas en la que se mezcla llanto, gozo y una sexualidad asumida con absoluta libertad.Una canica que sirve a la(s) protagonista(s) para observar el mundo al revés (¿el revés del suyo?), un titiritero, una correa, un casette grabado en una estación de trenes, un fotografía en la que se descubre a su doble y más, sirven para crear una atmósfera inquietante, incluso irreal en mundos dramáticamente reales como lo representan esa Cracovia, cuyos jóvenes manifestantes huyen por las calles perseguidos por la policía, mientras turistas franceses captan con cierto morbo ese momento y jeeps militares trasladan estatuas de Lenin con rumbo desconocido, o un París cosmopolita en donde polacos y franceses se entrecruzan de manera enigmática.Durante la presentación en Morelia, Iréne Jacob comentó que esta era una película sobre la intuición y los presentimientos y que Kieslowski realizaría tres finales alternativos para las audiencias mundiales. Además del reconocimiento a Mejor Actriz en Cannes y el Premio Fipresci y el del Jurado Ecuménico para Krzysztof Kieslowski, en ese mismo certamen, La doble vida de Verónica fue nominada al Globo de Oro a Mejor Película Extranjera y al César francés por Mejor Actriz, así como su impactante banda sonora a cargo de Zbigniew Preisner.