09 · 03 · 23 "Es importante volver a sensibilizarnos de alguna manera": Entrevista a Natalia López, directora de MANTO DE GEMAS Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Gabriela Martínez Gabriela Martínez Luego de obtener el Premio del Jurado Oso de Plata en la Berlinale 2022 y del Premio Ojo a Mejor Dirección en el 20° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Manto de gemas, ópera prima de Natalia López Gallardo, llegará a salas mexicanas este 9 de marzo. Manto de gemas cuenta la historia de Isabel, una mujer que está atravesando por un divorcio cuando se entera de que su ayudante, María, está buscando a su hermana desaparecida. Isabel es consumida por la necesidad de ayudar. Mientras tanto, Roberta, la comandante de la policía local, quiere a su hijo fuera de los cárteles. Los caminos de estas tres mujeres se cruzarán en su búsqueda por redención. Natalia López Gallardo De acuerdo con la propia directora, "esta película trata sobre lo que llevamos dentro después de años y años de acumular, en nuestra mente y en nuestros sueños, infinitas imágenes de tortura. Mapas de fosas clandestinas, rostros de desaparecidos, homicidios de hombres y mujeres por igual. Mi deseo es reflejar esta herida espiritual y su dimensión psicológica, que no se ve. Veo esta película como un collage que revela un universo de personajes que, sin saberlo, contribuyen, como víctimas o perpetradores activos, a este ciclo de villanía. Esto está arraigado en su dinámica social, una parte de su realidad diaria. Las tres protagonistas femeninas manifiestan esta acumulación inconsciente de impotencia, miedo o culpa. Vienen de universos diferentes, pero sus caminos están unidos por una mujer desaparecida". El FICM tuvo la oportunidad de platicar con Natalia López, quien nos habló del surgimiento de la película y su primera experiencia como directora de largometraje. FICM: En conferencia de prensa mencionaste que para hacer la película buscaste a madres de desaparecidos, a personas que han sobrevivido a la violencia del país, ¿cómo fue tu acercamiento con ellos? Natalia López Gallardo: Creo que todos sabemos que las y los mexicanos somos personas abiertas en general. Es fácil acercarse a nosotros y preguntar algo. Vivimos en una época en la que se ha vuelto más complicado, que tenemos más miedo por muchos factores, por vivir en una sociedad conectada con cámaras y con miedos de todo tipo. Pero a pesar de eso, la investigación de esta película, y creo que el resultado total de la misma, ha sido producto del contacto con la gente. Fue una investigación totalmente antropológica, en el sentido de que ya tenía un guión y tenía una sensación fuerte del tema. Pero realmente, en el momento en que la película empezó a cuajar y a tomar forma, al yo a darme cuenta de qué se trataba realmente, fue en esos encuentros, en los encuentros con la gente en el estado de Morelos, que es donde donde yo vivo desde hace 15 años. La gente me habló no sólo de recuerdos, sino cosas que habían oído, desde experiencias propias, experiencias de familiares, sensaciones sobre el futuro y un poco cómo estará el mundo en 20 años, cómo creen que va a estar su barrio, su familia y cómo recordaban que fue su infancia. Me di cuenta de que, de alguna manera, todos y todas teníamos esa sensación, que la estábamos percibiendo y que había una herida, no sólo por esa sensación, sino por los miles y miles de muertos, afectados y desaparecidos por la violencia. Y la película trata sobre eso. Manto de gemas (2022, dir. Natalia López Gallardo) FICM: Desde tu perspectiva como persona que ha vivido en el campo durante tanto tiempo, ¿cómo ha cambiado el ambiente, la relación entre las personas? NLG: A nivel humano creo que hay menos empatía y más desesperanza. Un amigo español que llegó aquí justo en la crisis, cuando todo el mundo se quedó sin trabajo en España, me decía "aquí podéis vivir del arte, de la pesca". Y de alguna manera es así. Finalmente, si no tienes trabajo, si pasas un momento complejo en la vida, puedes siempre estar acogido en un grupo. Eso es algo que sigue, sigue estando en México, pero siento que hay algo. Hay mucha desconfianza. Saber que ya no confías en tu vecino, que la gente se puede traicionar. Estamos en un chat de la comunidad del pueblo, por ejemplo, y hay mucha violencia ahí. Creo que es una violencia que está sustentada en el miedo, en el miedo de no estar salvando tu propio pellejo, de que te pase algo, de estar expuesto. Siento que vivimos en un mundo donde hay un ejercicio de comunicación masivo. Creemos que estamos en contacto, que podemos estar cerca de otras realidades que apoyamos, que hablamos, que conectamos con otros, con otras personas, pero creo que lo que sucede es más una ilusión de que estamos viviendo efectivamente en un ejercicio de comunicación masivo, donde la práctica comunitaria más directa ha perdido validez y sentido desde entonces. Eso es lo que he sentido realmente. Estamos cada vez más distraídos y menos concentrados en el presente. Y realmente la violencia dentro del país no para. Y el problema es que es tan intrínseca la realidad, está tan enredada con todo lo demás, que es imposible encontrar el inicio y el fin. Está en todas partes de diferentes formas, tiene muchas manifestaciones y es parte de nuestra existencia. Es difícil separar los rasgos de este fenómeno de la violencia. Estamos inmunizados, sin duda y es importante volver a sensibilizarnos de alguna manera. Es una labor colectiva importante. FICM: En conferencia de prensa también mencionaste que hubo un momento en el que sentiste que habías filmado demasiado, ¿cómo lograste delimitar lo que veríamos en pantalla? NLG: En el montaje hay una cuestión intuitiva, sin duda, de saber si esto está relacionado con el tema y puede ser parte de la constelación de la película o no, y a veces no sabes responderte por qué pero sabes que eso sí resuena y esto no resuena. Eso por un lado. Después, el montaje sirve para corregir errores y a veces los resultados son mejores de lo planeado, mejores que si hubieras filmado el plano completo para crear ritmo, el ritmo que ya tiene y además uno externo este, también para desechar, para sintetizar. Y fue lo que más me pasó a mí, porque siento que por ser primeriza en la escritura de guión, escribí de más. Escribí las escenas muy desarrolladas, entonces al darme cuenta de eso tuve que hacer una síntesis, para decir cuál era el corazón de ese momento, porque si no la película iba a durar tres horas y porque, además, necesitábamos conservar el misterio que para mí es muy importante. Manto de gemas (2022, dir. Natalia López Gallardo) Dejé bastantes cosas fuera. Los actores y las actrices como que lo echaron de menos cuando vieron la película y me decían "¿Dónde está todo eso?", pero las películas son un proceso, especialmente para los primerizos. Hay decisiones que vas tomando, van pasando por capas y se va revelando el resultado de la película. No sabes exactamente qué estás haciendo, pero sí sabes un poco el objetivo. Tienes el deseo de una forma en particular. FICM: Ahora que mencionas a los actores, ¿qué tan distinto fue trabajar con Nailea Norvind, que es una actriz con muchísimos años de trayectoria, y con no actores? NLG: Fue muy fácil trabajar con ellas, realmente. Por eso el casting es tan importante. Creo que cuando cuando uno hace casting no está buscando unas cualidades actorales, nada más. No creo que seas una ligera capa. Estás buscando una persona, una persona en particular, con la que pueda fluir la comunicación, una comunicación directa y honesta, y que te sientas absolutamente cómoda en su presencia. Que esa persona se sienta cómoda con tu presencia y que puedas abrir tu subjetividad, tus sensaciones, tus miedos, tus valores. Y eso es lo que busqué cuando hice casting. Me fui dando cuenta que necesitaba personas que se sintieran muy cómodas conmigo y que yo me sintiera muy cómoda con ellas para poder hablar y abrirnos. Fue un casting larguísimo. Tardé un año en encontrar los actores y también estábamos financiando la película y no lo estábamos logrando. Entonces, bueno, fue un proceso también que acompañó el casting y al final fue una bendición tener ese tiempo de búsqueda de actores. Creo que ese es el 50% y después el modo en el que trabajas con ellos es diferente con cada uno. Hay quienes necesitan más palabras, hay quienes necesitan menos, hay quienes necesitan la memoria y otros necesitan que estés muy, muy en contacto con ellos e intento no darles el guión. A Nailea y a Juan Daniel (García Treviño) sí se los di, pero a los demás no porque me di cuenta de que que la palabra escrita es tremenda, no es muy definitoria y muy delicada, entonces sentí que fue mejor no dárselos y mejor trabajar de una manera más oral, donde hay muchas más capas en la comunicación, se transmiten unas sensaciones y hay un nivel de ambigüedad que ellos mismos pueden tener cuando se enfrentan a la situación real. Y eso me interesaba mucho. Manto de gemas (2022, dir. Natalia López Gallardo) FICM: Hace tiempo trabajaste como actriz con Carlos Reygadas en Nuestro tiempo, ¿qué tan distinta es la labor de actriz a la de directora? NLG: Desde los dos lugares yo era realmente primeriza. Siento que cuando una es actriz y está dando su ser a la visión de alguien más. Todo mi ser, toda mi subjetividad, mi imaginación, mis valores, mis experiencias, todo estaba al servicio de una visión, al servicio de que alguien más encuentre lo que tiene que decir y hacer. El ser directora conlleva una serie de responsabilidades en especial y de capas de experiencia mucho más escalofriantes. Es una posición de muchísima fragilidad y de mucha fuerza porque necesita mucha energía. Todo el tiempo estás dando energía. Aunque considero que hay veces en que hay que retraerse y quedarse quieto para poder recibir. Siento que la humildad debe de ser la característica principal de un de una actriz y un actor, la capacidad de dar, y en un director no solo está la humildad de dar, sino la responsabilidad de ser honesto, honesta con una misma, de estar realmente siendo coherente con lo que dices, tomando decisiones todo el tiempo que no vayan en contra de tus valores, de lo que consideras y quieres transmitir. Se trata de ser fiel a la forma de hablar de manera honesta, de manera directa. Aprender a comunicarse. No hay muchos niveles en juego en la experiencia de una persona creando y más si estás creando desde cero, donde no hay nada. Aunque, si estás realmente brindando tus herramientas y tu experiencia a otra creación, es muy diferente, muy disfrutable de las dos formas. Más arrugas y más canas en la segunda, en la primera, tal vez un poquito más de paz.