04 · 11 · 12 Entrevista con Alejandro Lubezki, director de El ingeniero Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Alejandro Lubezki en el 10º FICM FICM: ¿Por qué decide retomar este material que grabó hace doce años? En realidad nunca lo abandoné, es un proyecto que estuvo en latencia. El ingeniero es el primer trabajo que empecé a hacer y se convirtió en el último que he concretado, es una película muy especial para mí. Para terminarlo se sumaron una serie de condiciones, como el empuje de Daniela Alatorre, la productora, que me persiguió y molestó para que yo rescatara ese material que estaba encajonado. Con la decisión tomada, buscamos una editora y tocamos puertas para encontrar apoyos. Terminamos muy cerca de las elecciones presidenciales de 2012, un año más tarde de lo que quería, justamente para que la gente no se confundiera. El ingeniero es un documental sobre unas elecciones, y aunque sea una que sucedió hace doce años, mueve la opinión ajena y confunde sobre si se trata o no de proselitismo. No lo es. Se trata de un documento histórico que no tiene tiempo, no importa haberlo terminado antes o ahora. FICM: ¿Qué quiere contar con el documental El ingeniero? No es un reportaje sobre una campaña presidencial, es un retrato sobre un candidato en una campaña presidencial. El ingeniero muestra la relación del candidato con sus colaboradores, la planeación y guerra publicitaria en una campaña, lo que hace y no hace un candidato a largo de un año de su vida. FICM: ¿Qué es lo que más le sorprendió del protagonista de su documental, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, después de acompañarlo durante un año? Lo más sorprendente fue comprobar que la imagen que nos han mostrado los medios a lo largo del tiempo sobre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es una cosa totalmente distinta a quien realmente es. Cuauhtémoc tiene fama de ser duro, intransigente, callado y yo, al estar allí, vi que era un papá, amigo, compañero de dominó, un hombre que se preocupa por la gente que trabaja con él, y con un poder de observación y de síntesis asombroso. FICM: Con 400 horas de grabación, ¿cómo trazó su línea narrativa? Fue un trabajo de selección larguísimo. Para editarlo trabajamos casi dos años, viendo el material, discutiendo mucho y descartando, en lugar de hacer un trabajo de pesca fue un trabajo de desecho. En 400 horas de material hay miles de historias: unas que se plantean pero no se desarrollan, otras que terminan pero que no se plantearon antes. Hay muchos conflictos que no están, una selección que tiene que ver con la calidad del sonido, operación de cámara o la nitidez de los diálogos. Fuimos rescatando una línea argumental que tomaba en cuenta el principio y final material, pero no sabíamos qué íbamos a hacer. La historia la fuimos descubriendo. El objetivo principal de la película cambió doce años después de su realización: quería hacer el documental de una campaña presidencial ganadora, pero la historia no fue así y resultó un documental de una campaña presidencial perdedora. Tenemos la historia de una derrota, algo que es poco normal: la historia la escriben los que ganan, no los que pierden. FICM: ¿Qué significa para usted presentar El ingeniero en la décima edición del festival? Mucha emoción y muchos nervios, es muy especial presentar tu película en tu casa, como yo siento al FICM. Son las primeras funciones públicas en Michoacán y vendrá gente que tiene mucha curiosidad por el resultado, personas que desde hace mucho saben que existe este material y que me han visto durante años con mi cámara detrás del ingeniero. Me da mucha emoción. El ingeniero, de Alejandro Lubezki se presentó el domingo 4 de noviembre, a las 15:45 en Cinépolis Morelia Centro y se presentará el martes 6 de noviembre, a las 18:00 horas en Cinépolis Las Américas, y el viernes 9 de noviembre, a las 18:00 horas en la Casa Natal de Morelos.