18 · 08 · 21 La poética de lo real: Una celebración de la vida de Eugenio Polgovsky Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Gabriela Martínez @Gabmartivel Ambulante Ediciones, en alianza con Tecolote Films, anunció la publicación del libro “Eugenio Polgovsky: La poética de lo real”, el cual fue editado por su hermana, la escritora e investigadora Mara Polgovsky. El libro recopila anécdotas de doce personalidades de la industria cinematográfica, incluidos Dennis Lim, Olaf Möller, Diego Lerer, Carlos Bonfil, Kieron Corless, Erica Segre, Michel Lipkes, Deborah Martin, Hubert Sauper, Carlos Reygadas, entre otros. El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) tuvo la oportunidad de platicar con Mara Polgovsky, quien nos habló del proceso de relización de este libro que busca hacer un homenaje a la vida y obra del documentalista Eugenio Polgovsky, quien falleció en agosto de 2017. “Eugenio Polgovsky: La poética de lo real” FICM: Hablas de que es un recorrido por la filmografía de Eugenio Polgovsky, ¿te basaste sólo en la línea temporal de la realización de sus películas o también hay cosas de nivel personal? MP: Yo escribo uno de los textos, el que habla de la película Resurrección (2016), ya solamente la palabra "resurrección" resuena en la idea de la resurrección de Eugenio. Obviamente la película tiene que ver con el río Santiago, entonces mi texto es mucho más personal, es un texto muy creativo, experimental en su forma, porque lo que hablo es de la edición, de lo que le llaman el montaje, y hago un texto que por sí mismo se podría organizar de muchas maneras. Al hacerlo intervengo con reflexiones y recuerdos personales de mi relación con Eugenio, inserto imágenes y descripciones detalladas de algunas de las secuencias de sus películas, entonces ese texto refleja mi relación compleja y multilineal en mi relación con Eugenio porque obviamente no puedo hablar de él solamente como cineasta siendo su hermana. Yo trabajé mucho con Eugenio en ese sentido y era mi manera de reflejar algunas de las cosas que aprendí trabajando a su lado. Una de las cosas que digo y que quería defender es que es necesario hablar de su cine de dos maneras. Por un lado, rescatando las problemáticas de las que él habla y que eran obsesiones y preocupaciones muy graves del México profundo, rural, muchas veces en la pobreza. Los niños trabajadores, la destrucción ambiental, la memoria de las comunidades, cómo se ha perdido justamente con los proyectos transnacionales que a veces vienen a apropiarse del territorio y de la memoria. Yo quería complejizar esto y proponer que el documentalismo de Eugenio era un documentalismo que tiene una mirada muy particular y que formalmente era muy distinto. Eso es lo que realmente le hizo destacar y lo convirtió en una figura innovadora dentro del contexto del documental, el creyó en el documental como un cine con toda la potencia expresiva que tiene la ficción. Antes haía como una jerarquía en donde arriba estaba la ficción y abajo el documental, no había Premios Ariel para documentales, se movían en los festivales de cine, por eso surgió AMBULANTE. Eugenio creyó en el documental como una forma creativa y expresiva que puede tener muchísimo alcance, y para mí era importante decir eso, qué Eugenio fue el cineasta de los niños pero también el de esta fotografía extraordinaria y montaje riesgoso. FICM: A nivel personal, ¿Qué reto implicó hacer este proyecto? MP: Más que un reto fue un motivo para estar bien, para seguir con la vida después de la muerte de un hermano que es una cosa muy triste. El proyecto fue algo que me impulsó a navegar estos años y que me acompañó y me ayudó a conocer a Eugenio de otras maneras, a partir de otras voces. Por ejemplo, hay un texto de Olaf Möller, que es un programador del Festival de Cine de Rotterdam, un hombre realmente exuberante, un gran conocedor de en cine, muy cariñoso; y me hablaba de experiencias que tuvo con Eugenio que yo no conocía de cuando fueron jurados. Lo mismo pasó con con varias personas que me hablaban de Eugenio. Todos hemos vivido tantas experiencias que hacer este libro fue una nueva manera más de conocer a mi hermano. El libro no está hecho para los amigos, sino para el público en general. El libro te acompaña de la mano para que puedas comprender de qué se trata, no necesitas conocer a Eugenio. Por ejemplo, me escribió un artista argentino diciéndome que le había gustado mucho el libro porque ha estado aprendiendo y le ha enseñado mucho sobre la dignidad de un cineasta, de como él (Eugenio) se acercaba con tanta empatía a las comunidades con las que trabajaba. Definitivamente el libro ha sido recibido con mucho cariño. FICM: El diseño del libro es muy interesante, ¿Puedes contarnos un poco sobre este proceso? MP: Trabajamos tres personas en el diseño. La diseñadora es Cristina Paoli, una diseñadora con muchísima experiencia en el mundo editorial; Sara Schulz, que fue quien supervisó el proceso; ella contrató a Cristina y daba una mirada un poco más global. Yo estaba involucrada, entre las tres tomamos las decisiones creativas. Era muy importante para mí que el texto no fuera pesado de leer, que hubiera muchas imágenes. La idea de empezar con una exposición fotográfica o una mirada estrictamente fotográfica, buscaba asemejarse a lo que hacía el cine de Eugenio: Narrar con imágenes. Creo que el libro hace eso, podríamos casi leer el libro sólo viendo sus imágenes y podríamos ver los textos. Creo que hay muchas maneras de leerlo. Creo que tanto puede leerse de comienzo a fin o saltando entre autores de manera desordenada. Queríamos un diseño que tuviera sobriedad, pero que también permitiera que las imágenes llegaran a tocar fibras del lector. Creo que es una forma de que las imágenes se expresan y nos lleguen FICM: Respecto a las imágenes, ¿Cómo fue el proceso de selección para ilustrar el libro? MP: Quiero mencionar a mi hermana Natalia Polgovsky, que fue quien hizo la selección de muchas de las imágenes, sobre todo del archivo de Eugenio que es su archivo personal. De hecho estamos en el proceso de digitalizarlo para tener todo bien organizado y después, si alguien lo quisiera consultar o nos llegaran a pedir fotos para una exposición, tenerlos a la mano. Eugenio fue fotógrafo durante toda su vida y tiene muchísimas fotografías tanto en digital como en analógico, de hecho él también sabía imprimir foto. En esta parte trabajé con mi hermana y luego yo hice todos los stills de las películas porque como soy quien lleva Tecolote Films, la productora de Eugenio, tengo todas las películas. Los últimos años me he dedicado a asegurarme que las películas de Eugenio se sigan viendo y ponerlas disponibles en plataformas como FilminLatino, hacer retrospectivas en Nueva York, Francia, etcétera. Al final fue un trabajo colectivo pero creo que iba yo llevando el timón. FICM: ¿Cuál es la sensación de ver el trabajo ya terminado considerando que fue un proceso muy familiar? MP: Primeramente quisiera agradecer AMBULANTE por el apoyo que nos dieron para hacer el libro porque fue crucial su participación. Algo con lo que me quedé es que Eugenio era una persona muy querida porque era un hombre tan generoso con nosotros, que a dónde me acerqué, al IMCINE, AMBULANTE, a todos los autores de todas partes del mundo, todos se desvivieron por hacer los mejores textos posibles. Hubert Sauper escribió sobre una película que realizarían juntos con materiales que ellos dos firmaron, por ejemplo. El libro es una celebración de la vida de Eugenio, un hombre tan maravilloso que, aunque yo ya lo sabía porque era mi hermano, pude reafirmarlo de forma contundente con este proceso. Una vez que ves el libro puedes descubrir estas continuidades y y puedes ver que él desde el principio tenía muy clara su mirada, desde el principio de su carrera. La manera en que se acercaba a los niños como una reverencia ante sus sujetos filmados. Creo que el texto más potente del libro es la propia voz de Eugenio; a mí me importaba mucho que él tuviera voz y por eso el primer texto del libro es una entrevista a Eugenio y es hermosísimo cómo el mismo describe su trabajo con las comunidades, con los niños y cómo se posiciona como cineasta con una enorme humildad. Me quedé con esa entrevista, esa entrevista me resuena todo el tiempo y pienso que si se trata de pensar en la importancia del documental hay que revisar algunas de estas propuestas e intenciones que tuvo Eugenio como creador y cineasta.