04 · 07 · 05

Entre bestias, rugidos de leones y amantes fatídicos

Clara Sánchez

El tortuoso destino de Sing, un insulso ladrón cuyas aspiraciones de pertenecer a la banda de los Axe se ven mermadas gracias a su incansable torpeza adquieren un rumbo inesperado cuando se convierte en el punto de enlace entre los criminales a los que quiere aliarse y una exótica pareja de ejecutantes de kung-fu que habitan Pit Sty Alley (Callejuela Pocilga de Cochinos).

Stephen Chow, director, guionista, productor y protagonista de la cinta retoma su genuino estilo de comedia de acción utilizado en su exitosa Shaoling Soccer, 2001 para trasladar al espectador, desde la primera secuencia, a un mundo fantástico en el que la fortaleza interna con la energía espiritual son los ingredientes principales para dar vida a una serie de personajes cuya pasión radica en el uso de las artes marciales.

La historia pone en la mesa la eterna lucha entre el bien y el mal esta vez encarnada en seres caricaturescos como “la casera” una extravagante mujer poseedora de “el rugido de el león” con el que es capaz de estremecer las edificaciones existentes aún a varios metros de distancia o la Bestia un respetable anciano cuya relación con los sapos será todo un descubrimiento. La sátira está presente incluso en el nombre de los protagonistas: los arpistas (Jia Kang Xi y Fung Hak On), la bestia (Leung Siu Lung) o los amantes fatídicos, Elena (Yuen Qiu) y Paris (Yuen Wah) de quienes Chow hace una oda al género épico.

Muy en la línea de la filosofía oriental, Kung-Fusión mantiene el equilibrio entre los polos opuestos al encontrar un justo medio en El único, un héroe capaz de reivindicar sus pasos hasta hallar el camino que lo lleva a desarrollar su potencial físico-espiritual hacia una buena causa.

La cinefotografía a cargo de Poon Hang Sang, uno de los más respetados artistas de Hong Kong, hizo especial hinca pié en el seguimiento de la acción combinando así los planos de detalle con las tomas abiertas de igual forma que la cámara rápida y la lenta en un fascinante despliegue visual aderezado por el excelente trabajo de edición de Angie Lam quien a su vez consiguió una perfecta armonía entre la imagen y la banda sonora, a cargo de Raymond Wong que incluyó temas como el clásico mandarín de los años 70´s Zhi Yao Wei Ni Hou Yi Tian. Ejemplo de ello son dos secuencias memorables, la carrera entre “la casera¨ y Sing así como el combate entre los arpistas y el sastre.

Kung-Fusión muestra una clara influencia de cintas como Hero de Zhang Yimou y The Matrix tanto en los efectos especiales y la coreografía, que estuvo a cargo de Yuen Wo Ping, (El tigre y el dragón, The Matrix) además de la ideología: “un gran poder implica una gran responsabilidad.”

El resultado es una deliciosa película que se regodea en las exageraciones de la fuerza, los efectos especiales y el kung fu pero que consigue mantener el ritmo y el interés de un público fácil de seducir gracias a la hilarante sucesión de secuencias sustentadas en la impecable coherencia del guión que da cabida a todos los excesos.

Kung-Fusión (Kung Fu Hustle, China-Hong Kong, 2004)
Dirige: Stephen Chow
Con: Stephen Chow, Yuen Wah Leung Siu Lung, Chang Kwok Kwan, Yuen Qiu