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Jaime Humberto Hermosillo, un cineasta transgresor

En los años setenta, en el periodo conocido como “el echeverrismo”, el cine nacional vivió una transformación importante, cuando el Estado Mexicano financió a una generación de cineastas que apostaron por hacer cine de autor: Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Jorge Fons y Jaime Humberto Hermosillo, a quien hoy recordamos por su extraordinario legado cinematográfico.

Hermosillo fue guionista, editor, productor y actor, y recibió el Ariel a la Mejor Dirección por la cinta La pasión según Berenice (1975). Sobre esta película, nuestro colaborador Alonso Díaz de la Vega escribió: "Abre con una imagen impactante: una casa en llamas donde un caballo relincha horrorizado. En complejas composiciones visuales y una secuencia en la que el fuego onírico se vierte en la realidad, el filme presume la destreza de Jaime Humberto Hermosillo, así como su visión contestataria que aquí denuncia el enclaustramiento de una mujer obligada a cuidar de su tía y que más adelante lo llevaría a abordar la homosexualidad en Doña Herlinda y su hijo (1985)".

La pasión según Berenice (1975, dir. Jaime Humberto Hermosillo) La pasión según Berenice (1975, dir. Jaime Humberto Hermosillo)

Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, dijo en entrevista para el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), que "Jaime Humberto Hermosillo, que habiendo realizado películas tan importantes con apoyo estatal, de pronto reinventa el cine independiente y empieza a hacer películas de muy bajo presupuesto, en formato 16 mm. Eso nos demuestra, primero, que es posible filmar a pesar de todos los obstáculos, y segundo, que es posible filmar historias personales con muy pocos recursos".

Hermosillo fue reconocido, entre otras cosas, por su labor en el cine independiente mexicano y por ser uno de los fundadores de la Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara.