01 · 06 · 15 El terreno compartido entre el cine y la gastronomía Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Ma. Cristina Alemán, editora en jefe (@mcristina) En el marco del Festival Internacional de Gastronomía y Vino Morelia en Boca 2015 se llevó a cabo una conversación entre el director de cine Carlos Hagerman, la productora de cine Martha Sosa y el chef Aquiles Chávez, moderada por el crítico de cine (y autodesignado tragón sin remedio) Fernando Moreno ‘El More’. Este encuentro fue parte importante de la alianza entre el FICM y Morelia en Boca; una manera de fortalecer la unión entre la buena comida y el buen cine que, cada vez estamos más seguros, tienen muchas cosas en común. “¿Qué es preparar un platillo sino crear una narrativa que busca contar una historia de amor? ¿Cuál es la diferencia entre las pasiones y sentimientos humanos y los olores y los sabores? ¿Qué tienen en común la manera de narrar o el estilo de un director con la sazón y la vocación de un chef? ¿Qué es la crítica cinematográfica y culinaria y para qué sirve?”, son las preguntas con las que ‘El More’ abrió el apetito de los participantes. Las respuestas se pueden resumir en seis puntos de encuentro entre el cine y la comida, de acuerdo con grandes talentos mexicanos de ambas disciplinas. 1. Es cuestión de dar y recibir: No importa si eres un director de cine consagrado o un chef estrella, siempre hay un nivel de incertidumbre y emoción por la manera en la que tu público/comensal va a reaccionar a tu trabajo: Aquiles Chávez: “Cuando estás sirviendo una cena, estás asomándote para ver la reacción de la gente”. Carlos Hagerman: “Igualito”. [sobre presentar una película por primera vez]. Martha Sosa: “Y aprendes mucho en las sesiones de preguntas y respuestas”. Y es que ni la cocina ni el cine tienen mayor sentido sin el comensal o sin el espectador. Esta es la motivación para seguir cocinando y haciendo cine: Aquiles Chávez: “Justo la adrenalina… sentir ese rush de servicio, ver que la gente sale contenta, sale a gusto y luego regresa. En nuestro caso, todo es muy inmediato, esas primeras impresiones que no son lo que te esperas las puedes corregir. Y el dar de comer… para mi una persona que da de comer, que alimenta… es poder saciar el hambre y también saciar la satisfacción, ofrecer una experiencia.” Martha Sosa: “La experiencia de que una película encuentre su público, encuentre su nicho, es lo que me mueve desde el principio para hacer una película o no hacerla. Haces todo lo posible para que los demás te compren ese sueño.” 2. El público/comensal está cambiando: Por distintas razones, incluyendo la existencia de festivales como el FICM o Morelia en Boca, el público tanto de la gastronomía como de la cinematografía está cambiando, abandonado prejuicios y abriendo sus horizontes. Martha Sosa: “Los directores sí quieren comunicarse profundamente con otros directores y creo que uno de los lugares más importantes, donde se ha creado un espacio para esto es justo en esta ciudad, Morelia. De verdad, el cine mexicano no tendría las patitas que tiene ahora si no fuera por el trabajo incansable de todas las personas que colaboran en el Festival Internacional de Cine de Morelia… Ha cambiado el público. Ahora hay menos prejuicio, más curiosidad.” Carlos Hagerman: “[Los festivales] por lo menos te garantizan una sala llena, lo cual nos importa mucho.” Aquiles Chávez: “Nosotros no podríamos hacer y presentar propuestas gastronómicas si el comensal no lo aceptara… Uno ya cocina lo que uno quiere hacer, ya no tanto para lo que la gente quisiera comer.” Martha Sosa: “Es complacerte primero para complacer al otro”. Aquiles Chávez: “Y de algún modo, el comensal ya te conoce, ya conoce la escena, y está convencido de que va a comer rico… Hay más sofisticación porque es lo que el comensal pide, hoy el comensal es mucho más ‘foodie’ y está buscando experiencias.” 3. La crítica puede ser muy constructiva… o no: Discutir el papel de el crítico es, en palabras de ‘El More’, “terreno jabonoso”. El cliché del crítico amargado que vive de destrozar películas o restaurantes (muchas veces sin conocimiento de causa) siempre está presente, pero también es cierto que la crítica puede educar a la audiencia y darle visibilidad a bueno proyectos. Aquiles Chávez: “Muchas veces un crítico no sabe todo el esfuerzo que hay detrás de un restaurante…. Y si te va mal, destruyen el restaurante y todo lo que hay detrás y todo lo que uno genera, incluyendo empleos. Creo que uno tiene que ser muy responsable con la crítica… Lamentablemente la crítica gastronómica en México es muy poquita y no todo el mundo la lee. Yo digo que cuando no tienen que hablar bien, que no hablen.” Carlos Hagerman: “A nosotros nos ha ido bien con las películas que hemos hecho y la verdad es que los documentales son tan pequeños en el músculo que tienen para que la gente las vea, que cuando tienes a alguien que escribe… ahí hay una función importante. Yo creo que como en todo hay veces que le va bien en la crítica, y eso no significa que te va a ir bien en taquilla y hay veces en que la película solita y a través del boca a boca se mueve.” Martha Sosa: “[Los críticos que aman el cine] me dan la curiosidad para seguir viendo otras cosas y seguir aprendiendo, dando chance de ver un cine diferente. Muchos críticos de cine colaboran en festivales de cine como curadores… amplían las posibilidades de la audiencia. Yo creo que esa debería ser la función de la crítica.” Carlos Hagerman: “Son ventanas muy importantes.” ‘El More’: “Tanto la crítica como los festivales sirven además de para formar público, para educar en el mejor sentido de la palabra a la gente, por ejemplo las catas que están sucediendo en Morelia en Boca. [Los críticos] orientan y hacen visibles algunas películas y algunos cocineros y ayudan a situarte en algún lugar.” Aquiles Chávez: “La crítica gastronómica en México si bien hay, es muy poquita y está en pañales, poca gente va a un restaurante porque lo leyó en un periódico. Más bien aquí los referentes son de boca en boca y yo como cocinero, la críticas que me interesan son las de mis colegas… además esperas que te digan la neta.” 4. Para que exista la innovación, debe haber tradición: Tanto en la comida como en el cine, el conocimiento de la tradición debería ser absolutamente necesario para la experimentación. Además, lo que es considerado vanguardista o no cambia todo el tiempo. Aquiles Chávez: “Tradición y evolución. Un poco de todo, la cocina va caminando, para que haya vanguardia debe haber tradición.” Martha Sosa: “Coincido con el totalmente, ahora que nos comimos esos tacos de frijoles puercos pensé ‘por favor que nunca paren de hacer eso’, que maravilla que exista eso y que exista así.” ‘El More’: “Cuando te dieron cariño a través de la comida, es una cosa fundamental. Para mi cocinar el lomo en salsa de chabacano de mi mamá en Navidad significa que te conectas con algo, que tienes algo en que sostenerte. La cena de ayer en la noche fue espectacular y creo que tampoco tendría sentido si no existiera la cocina que existe.” Aquiles Chávez: “Para llegar a experimentar con la cocina contemporánea, necesitas saber que hay detrás.” Carlos Hagerman: “A mi si me preguntas sobre la cocina tradicional y la vanguardia, creo que tengo una mentalidad más conservadora. Me cuesta mucho trabajo a veces ser vanguardista, sin embargo, yo creo que la vanguardia de hoy en día [en el cine] es hacer una película que lleva un espíritu de contar cosas más sencillas y más bonitas y no ser tan intensa. Es un péndulo, porque la vanguardia de ayer era retratar realidades y hoy ya se está retractando y ahora ser político ya no es un acto vanguardista. Yo creo que en la cocina pasa igual, son ciclos y modas.” 5. El cine y comida son un acto de amor: A lo largo de la conversación, quedó claro que el ingrediente principal en la realización del cine y en la cocina es la pasión. Los dos cineastas y el cocinero transmitieron su amor por lo que hacen: Aquiles Chávez: “Para mi cocinar es un acto de amor.” Martha Sosa: “Me encanta el proceso creativo del cine, creo que es un acto colaborativo increíble… vas sumando otras miradas, otras maneras de contar un cuento y acercarte a un público… también queremos que nos vean, ¿no?” Carlos Hagerman: “A mi me gusta hacer películas que hagan reír y llorar a las personas… la parte más emocional del cine. Tenemos películas muy diferentes Martha y yo. Tenemos Los que se quedan (2008), que es una película en la que tienes la experiencia de la tristeza de las familias que se quedan sin los miembros de la familia que se van a Estados Unidos, o tenemos la película Vuelve a la vida (2010) que, yo ¿por qué hice esta película? Por verle la cara a la gente cuando sale del cine… verlos con una sonrisa, con ganas de echarse una chela y una tostada de ceviche, nos damos cuenta que algo hicimos con esa experiencia que los lleva a eso.” Martha Sosa: “Cuando uno disfruta de la vida, cuando uno disfruta de lo que hace, necesariamente piensas en comer rico y en estar con quien quieres.” Carlos Hagerman: “Son mis dos cosas favoritas en la vida, me podría pasar comiendo y viendo películas el resto de mi vida. Además, como son cosas que haces con amigos y con familia... comer solo no es tan sabroso como comer con alguien al que le gusta, comer con alguien a quien estás atendiendo.” 6. Y en ambas disciplinas están sucediendo cosas positivas: La conversación cerró con cada uno de los participantes compartiendo las buenas noticias sobre la comida y el cine mexicano. Aquiles Chávez: “En 2010 la UNESCO otorgó a la cocina mexicana el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad y eso para nosotros es muy importante porque hace, literalmente, que la comida mexicana esté en boca de todo mundo.” Martha Sosa: “Hay algo que estamos diciendo, tanto en chiquito como en grande, desde Hollywood hasta películas más pequeñas, que estamos conectando con la gente. Creo que el cambio tiene que ver con la creación de nuevas audiencias. Estamos en un gran momento y vienen cosas muy importantes con las nuevas generaciones.” Carlos Hagerman: “A mi me emociona que se consuma tanto cine documental, creo que el festival de cine Ambulante [Ambulante, Gira de Documentales] ha generado una curiosidad por un cine que antes no tenía esos espacios. Además, la creación de nuevos espacios, de cines alternativos, ha creado una nueva experiencia de ir al cine.” Al finalizar la conversación, se presentó el documental Vuelve a la vida (2010) de Carlos Hagerman. El público recibió un coctel de mariscos preparado por los chefs Alfredo Chávez e Israel Montero del resturante Kaah Siis y una copa de Freixenet. Así, el terreno común más importante entre la comida y el cine quedó establecido de una vez por todas: el absoluto placer de consumirlos, y si es al mismo tiempo, mejor.