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EL HALCÓN, un homenaje al cine de luchadores: entrevista a Eduardo Valenzuela

En sus días de gloria, el Halcón (Guillermo Quintanilla) luchaba por la justicia. Un día, un terrible suceso cambia el rumbo de su vida y la de todos los luchadores, quienes se ven obligados a alejarse del ojo público. Ramón, lejos del cuadrilátero, continuó su vida junto a su hijo, Pancho (Ianis Guerrero), como dueño de una taquería donde tienen que lidiar con la pandilla de maleantes que aterroriza a Tijuana.

Cuando Pancho quiere poner un alto al crimen y ponerse la máscara, es secuestrado por un viejo némesis de su padre: El capitán (Héctor Soberón). Ramón tendrá que volver a usar la máscara para rescatar a su hijo con ayuda de la detective Reyes (Ana Jimena Villanueva). Treinta años después, el Halcón alzará el vuelo, esta vez con sed de venganza.

El Halcón (2023, dir. Eduardo Valenzuela)

Inspirado en el campeón mundial de peso completo José Luis Melchor Ortiz, también conocido como Danny Ortiz, el director Eduardo Valenzuela, estrenó en cines la película El Halcón, cinta que formó parte de la programación del 21er Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Tuvimos la oportunidad de platicar con el realizador, quien nos compartió parte del proceso creativo detrás de su más reciente película, desde el origen de la idea hasta los desafíos y logros enfrentados durante la producción de esta cinta que hace un homenaje al cine de luchadores.

De acuerdo con el realizador, la inspiración para El Halcón surgió de su deseo de reinventar el superhéroe mexicano, una figura que había dejado de tener relevancia en medio de la invasión de superhéroes estadounidenses en la pantalla grande. Con una profunda admiración por los luchadores mexicanos como El Santo y Tinieblas, Valenzuela se embarcó en un arduo proceso de investigación, adentrándose en el mundo de la lucha libre y explorando películas clásicas del género que lo llevaron a concebir esta historia.

FICM: ¿Cómo fue que empezaste a escribir esta historia? ¿De dónde surgió la idea para hacer una ficción inspirada en un personaje como El Halcón?

Eduardo Valenzuela: Fue de esas cosas que de repente te llegan estas a la cabeza. Me volví bastante obsesivo con la idea de reinventar el superhéroe mexicano. Eh. Yo cuando crecí, me. Pues mis primeros superhéroes fueron el Santo, Tinieblas. Antes que Batman, que Spiderman, incluso. Ellos fueron los primeros superhéroes. Como que también me di cuenta que Hollywood nos había invadido de muchos superhéroes americanos y siempre quise hacer una historia de un luchador retirado venido a menos.

Muchos luchadores, como bien sabes, ponen su puestito de comida cuando se retiran, como El super muñeco, El súper Astro, son tortas muy famosas en el centro de la Ciudad de México.

También fui a hacer mi investigación, me puse a ver muchas películas del Santo que ya había visto en mi niñez. Muchas son muy buenas, otras son muy malas y otras son tan malas que son buenas. Empecé a tomar referencias, a hacer más investigación. Fui a tomar clases de lucha libre de la Arena México, a entrevistar a muchos luchadores retirados y a otros que apenas iban empezando. Leyendas como el Blue Demon, Místico y demás. Todo eso me fue nutriendo para poder escribir esta historia que, a mi parecer, es muy entrañable y le rinde un gran homenaje al cine de lucha libre de los años setentas, sesentas, incluso ochentas, que fue tan popular en nuestro país.

El Halcón (2023, dir. Eduardo Valenzuela)

FICM: ¿Cuáles fueron esas películas que tomaste como referente principal para El Halcón?

EV: Pues mira, tomé muchas. El Santo versus las mujeres vampiro (1961, dir. Alfonso Corona Blake) por ejemplo, creo que es de mis favoritas. Esta tan loca que nada hace sentido. También me encanta la película El peleador (2008, dir. Darren Aronofsky). Siento que es un gran retrato de un luchador venido a menos, que ya pasaron sus épocas de gloria. Creo que esa es una muy buena referencia. También vi Nacho libre (2005, dir. Jared Hess), vi varias películas de lucha libre, desde muy Hollywood hasta muy mexicanas y me fui inspirando. Creo que cada una tiene cosas muy buenas.

Una vez alguien en Cinépolis me dijo que que era una mezcla entre Nacho libre y Búsqueda implacable (2008, dir. Pier Morel) con Liam Neeson. Me gustó mucho esa referencia.

FICM: ¿Cuáles fueron los retos que enfrentaste durante la producción?

EV: Esta película la hice con menos de 4 millones de pesos, 3.7 millones de pesos. Es sabido que las películas promedio mexicanas rondan los 20, 24, 25 millones de pesos, entonces se hizo con un cuarto de eso. No es por presumir, pero sí me siento muy orgulloso de haber hecho una película que se presentó en su festival, que estuvo en más de 400 salas en todo México. El FICM es una gran plataforma para nuevos cineastas. Es muy importante que los jóvenes sepan que pueden hacer películas hasta con menos de eso no. Es mi ópera prima y pedí todos los favores que tenía que pedir. 

Una vez fui a cenar con Robert Rodríguez; es de esas cosas que pasan en tu vida y ni tú te la crees. Estábamos cara a cara y me platicó toda esa historia de su primera película, El Mariachi (1992) le costó 7,000 dólares y ganó ese dinero haciéndose transfusiones de sangre y experimentos de quién sabe qué drogas gringas. Él hizo mucho sacrificio y terminó haciendo esa película que causó tremendas olas en Hollywood y en festivales. Nadie le podía creer que había hecho esa película con tan poco dinero. En la cena me dijo: “yo tengo muchos amigos que son muy talentosos, que nunca pudieron dirigir su película porque siempre estaban esperando este big break, como le llama Hollywood, que les dan 20 millones de dólares o 100 millones de dólares para hacer su película”. Ese fue el mejor consejo que me pudo dar: “haz tu película con el dinero que consigas”. 

Filmamos en diez días, y también estoy muy orgulloso de eso y todos nos pusimos la camiseta. Todos nos amarramos el cinturón y todos jalamos parejo para poder lograr este proyecto maravilloso. Estoy feliz y creo que es importante que la audiencia, particularmente los jóvenes que están estudiando cine sepan que si tienes realmente una historia que contar, hazla con el dinero que consigas.

Si te tiene que tomar años, tomará años. Es de poquito a poquito; haces comerciales, ahorras y haces tu película. Al final de cuentas creo que también se pueden hacer cosas muy espectaculares. Lo más fácil en la vida es resolver problemas con dinero. Lo más difícil es resolver problemas creativamente. Y creo que lo logramos muy bien con El Halcón.

FICM: Noté la presencia de muchos actores de telenovelas, ¿así lo concebiste desde el principio o fue una idea que fue gestándose durante el proceso?

EV: Como tenía muy poco presupuesto, yo más bien quise sumar a gente que realmente creyera en el proyecto. Por ejemplo, el maestro Quintanilla, Guillermo Quintanilla, que interpreta a El Halcón, sí fue algo que tenía muy claro en mi cabeza. Sí, fue algo que que pues yo ya había trabajado con Quintanilla y él tiene una carrera de más de 40 años; ha hecho mucha acción, entonces pues obviamente no había dinero para stunts, entonces él podía hacer sus propios stunts como Tom Cruise. Se logró formar una gran familia y se sumaron grandes actores Miguel Pizarro, que es una leyenda del teatro, Oscar López, que es una leyenda también. Y estuvo muy divertido porque eran muchos personajes que venían de distintas partes, de distintos medios, incluso de ciudades distintas partes de la República. Todos nos juntamos para crear esto.

Creo mucho en la colaboración también. Entonces, les di mucha rienda suelta a que hicieran ellos y probaran en el set. Y aunque teníamos el tiempo muy limitado, siempre traté de darle espacio a los actores y al equipo creativo para poder proponer. Al final de cuentas el cine es algo muy colaborativo. Para mi gusto es mejor dar rienda suelta a la imaginación y la creatividad.

FICM: ¿Nos podrías adelantar un poco sobre cuáles van a ser las próximas aventuras de El Halcón?

EV: El Halcón siempre se pensó como una trilogía. Le fue bastante bien en cines estas dos semanas, más de 50.000 personas, lo cual para una película mexicana está muy bien. Tengo muchas ideas en mi cabeza. Me quiero tomar un par de meses para pensar. Ya está escrita la segunda parte, pero también tengo inquietudes para hacer películas de terror y de acción. Voy a ver hacia dónde me lleva la vida, hacia dónde me llevan mis ideas y a partir de ahí tomar una decisión. Me gustaría filmarla el próximo año, entonces esperemos que podamos levantar dinero para filmarla pronto.