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El FICM conmemora el bicentenario de la Independencia Mexicana

“Miguel Contreras Torres nació en Morelia,  Michoacán, él  tiene una historia interesante, comenzó su carrera como actor en la época del cine silente en los Estado Unidos. En México inició como director con la película Zítari. Es importante mencionar que Conteras Torres, es de los pocos realizadores que logra hacer con éxito la transición del cine silente a sonoro.

Los temas históricos le interesaban mucho a Contreras Torres, hizo varias películas no nada más con el tema de la independencia, hizo Juárez y Maximiliano, que en 1933 fue la más taquillera.

En 1942 filma El Padre Morelos, un año clave para la historia del cine mexicano, se realizaron más de 100 películas, y muchas de ellas se posicionan en los mercados internacionales. Era la época de la Segunda Guerra Mundial, por lo que se producían pocos filmes en otros países.

A Contreras Torres se le criticaba mucho por su afán de acaparar todos los roles de la producción: escribía sus guiones, dirigía, producía, actuaba y, en muchas ocasiones, el estelar lo interpretaba su esposa Medea de Novara.

También se le criticaban sus películas, al respecto, la historiadora Julia Tuñón mencionó una frase muy simpática: “son como libros de texto y parecen tarjetas postales”. Contreras Torres comete muchos anacronismos en sus películas, pero hay que reconocerle que es uno de los directores mexicanos que hace,  a pesar de las condiciones precarias de aquella época, realizó un cine de súper producción. Él conseguía los recursos y hacía un cine con calidad de exportación.

El gobierno del presidente Ávila Camacho, así como el del General Cárdenas, aportaron dinero para sus producciones y le proporcionaban todas las facilidades.

En cuanto a la película El Padre Morelos, la realiza con rigor, se basa en la documentación histórica de Lucas Alamán, Carlos de Bustamante y J. Hernández Dávalos. Hace una buena caracterización del Padre Morelos interpretado por Domingo Soler.

El crítico de cine Emilio García Riera, comentó la falta de rigor histórico en esta película, pero se equivoca, sí la tiene. Vale la pena darle una relectura con ojos actuales, concluyó la historiadora.