03 · 11 · 12

Discurso de inauguración de Alejandro Ramírez

Señoras y Señores, Bienvenidos a la décima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. Hace diez años exactamente estábamos reunidos en este mismo recinto iniciando una aventura que no sabíamos si iba a florecer y a perdurar en el tiempo. Hoy, a diez años de iniciado, el Festival Internacional de Cine de Morelia se ha posicionado como uno de los festivales de cine más importantes de Latinoamérica, en donde año con año converge lo mejor de la cinematografía nacional e internacional y el cual se ha convertido en una plataforma efectiva para los nuevos talentos del cine mexicano. Es impresionante repasar la lista de todas las figuras del cine nacional y mundial que han pasado por Morelia en estos diez años. Werner Herzog, Barbet Schroeder, Manuel de Oliveira, Gus van Sant, Todd Haynes, Steven Soderbergh, Quentin Tarantino, Stephen Frears, Raúl Ruiz, Arthur Penn, Guillermo del Toro, Terry Gilliam, Alejandro Gonzalez Iñárritu, Volker Schlondorf, Bela Tarr, Alfonso Cuarón, Carlos Reygadas, Tommy Lee Jones, Gael García, Betrand Tavernier, Diego Luna, Guillermo Arriaga, Christian  Mungiu, por mencionar solo algunos. Los aniversarios sirven para celebrar y reflexionar, para hacer un alto en el camino, echar la mirada atrás, evaluar aciertos y desaciertos, y sobre todo, para agradecer. Son incontables las personas e instituciones que han apoyado al Festival en sus primeros diez años de vida. Sin embargo, quisiera agradecer a las que han sido determinantes para el éxito del festival. En primer lugar quisiera agradecer el apoyo del Gobernador del Estado de Michoacán y en especial del gobernador Fausto Vallejo quien nos brindó su apoyo desde que era Presidente Municipal, cuando el festival era solo un proyecto. Al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a su Presidenta Consuelo Sáizar, y al Instituto Mexicano de Cinematografía y a su Directora Marina Stavenhagen, por haber creído y apoyado al festival durante estos años. Al Honorable Ayuntamiento de Morelia. A todo el equipo directivo y gerencial de Cinépolis, que ha fungido como anfitrión del festival desde su nacimiento y ha contribuido importantemente a su proyección. A las Embajadas de Francia, España y Estados Unidos, a la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, a la Cineteca Nacional y a la Filmoteca de la UNAM. Igualmente quisiera agradecer al Canal 22, al Canal 11, al Instituto Goethe, al British Council, así como a nuestros patrocinadores HSBC, Kansas City Southern de México y Coca Cola Light. Finalmente, el agradecimiento más sentido para el extraordinario equipo del Festival, en especial para Daniela Michel y Cuauhtémoc Cárdenas. Ha sido en verdad un placer y un privilegio trabajar con ustedes todos estos años. Este año, el Festival se viste de gala para recibir al gran maestro del cine iraní, Abbas Kiarostami, ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes, y a la destacada realizadora inglesa Sally Potter. Igualmente, quisiera agradecer a un muy buen amigo del Festival, Thierry Fremaux, Director del Festival de Cannes, que por segunda ocasión nos honra con su visita. A pesar de la enorme alegría de encontrarnos aquí, no puedo dejar de sentir nostalgia por aquellos que nos dejaron en el camino y no pudieron estar con nosotros en esta celebración. Esta edición del Festival está dedicada a la memoria de mi tío Jaime Ramírez Villalón, co-fundador del Festival y de Joaquín Rodríguez, programador y pieza clave de este festival. Decía Darío Fo que lo que te da la medida de cómo has vivido es lo que le faltará el mundo cuando no estés. Hoy que mi tío Jaime y Joaquín no están más con nosotros, nos hace falta su alegría, su entusiasmo y su amor por el festival, pero nos quedan recuerdos y memorias imborrables de todas las aventuras que vivimos juntos en la construcción de este proyecto. Durante 9 días Morelia se vestirá de cine. Anoche tuvimos la oportunidad de disfrutar de dos grandes obras de Luis Buñuel, en la extensión del Festival que arrancó ayer en Pátzcuaro, el clásico del cine surrealista Un perro andaluz, y una de las películas menos conocidas que Buñuel dirigió en México, La hija del engaño. Pocas manifestaciones artísticas son tan completas y logran la complicidad del público de una manera tan profunda como el cine. En palabras de Buñuel: En ninguna de las artes tradicionales existe una desproporción tan grande entre posibilidad y realización como en el cine: por actuar de una manera directa sobre el espectador, presentándole seres y cosas concretas. Por aislarlo, gracias al silencio, a la obscuridad, de lo que pudiéramos llamar su hábitat psíquico, el cine es capaz de arrebatarlo como ninguna otra expresión humana. Así pues, disfruten de esta extraordinaria fiesta de buen cine. Porque como decía Emilio García Riera, “el cine es mejor que la vida”. Muchas gracias,