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Murió Colette Lilly, una figura esencial para la cultura en México

Colette Lilly, etnógrafa y botánica de nacionalidad francesa, murió en la ciudad de Zacatecas rodeada de amigos el 1º de noviembre de 2016. Fue una figura importante y única en la historia cultural de México.

En los años 60, un hombre estadounidense y su esposa francesa visitaron, fotografiaron y filmaron en comunidades indígenas en áreas de difícil acceso en México, buscando registrar lo que quedó de un estilo de vida que había perdurado durante miles de años en las nubosas montañas de la Sierra Mazateca y la Sierra Huichol.

lily

En 1969, John y Colette Lilly, residieron en una de las comunidades indígenas más herméticas y aisladas en la historia de Mesoamérica: los huicholes de Santa Catarina. Viviendo con ellos, usando sus ropas, hablando su idioma y aprendiendo de los usos medicinales y rituales de las distintas plantas que forman parte de su religión, John y Colette decidieron filmar todo lo que pudieran como testimonio de lo que estaban viendo. John y Colette Lilly pertenecieron a una generación de intelectuales que tenía un fuerte interés en las formas y modos de vida de las sociedades indígenas, en donde ubicaron sitios de resistencia y crítica hacía el desarrollo capitalista y al aislamiento existencial que tales ideologías expansionistas traían. Estudiaron sus costumbres, mitología, arte y tecnología indígena, acumulando una enorme cantidad de documentación: 500 cintas de audio, 12,000 diapositivas, notas de campo de gran extensión y 40 horas de películas de 16mm y 35mm de pantalla ancha. El material incluye películas filmadas por John y Colette Lilly desde 1961 hasta 2003, una poca conocida película filmada en 1934 por el alemán Robert Zingg, además de fotos fijas y grabaciones de sonido hechas por antropólogos y exploradores desde 1896 hasta los años 30.

Muy poco del material fílmico de los Lilly ha sido revisado por investigadores hasta ahora. En 1978 la pareja editó una versión de su material para una proyección en el Museo de Artes y Ciencias de la UNAM. Esta fue la única proyección pública que este material tendría hasta el momento y desafortunadamente esta edición ya no existe--sólo tenemos el material original. Pero causó mucho impacto en el mundo cultural de México. Por ejemplo, después de ver esta versión de la película de los Lilly, Fernando Benítez escribió:

Este es un documental no sobre los huicholes en su conjunto sino sobre los huicholes de una remota comunidad desconocida hasta la fecha por los etnólogos y los exploradores. Para mi, es el documental más importante que se haya filmado en México debido a que trasciende el material etnográfico y nos da la sensación real de penetrar en un mundo encantado.

La película representa el trabajo de diez años. Lo que ha realizado el etnocineasta John Lilly y su mujer Colette Lilly, de la única manera en que es posible acometer una empresa semejante: amando a los indios y compartiendo con ellos su vida. Se trata ciertamente de una gran aventura humana y de una obra de arte que al rescatar el fragmento de un mundo ignorado, enriquece considerablemente nuestro patrimonio cultural y nos hace ver la urgente necesidad de preservar ese tesoro a punto de extinguirse.

Luego se ha filmado la peregrinación mística más significativa que nos queda del arcáico y se han escrito diversos estudios, pero a mi modo de ver, en el campo documental, no hay nada comparable en calidad artística y en comprensión humana a la película de Lilly, donde los actores y los relatores son los propios indios.

Su mundo religioso es pues amplio y congruente, pero también tiene su vida cotidiana. Ellos nos hablan de sus amores, de sus juegos, de sus trabajos. Vemos a las mujeres tejer, hacer las tortillas, a los hombres pintar sus flechas, proteger sus milpas, cazar el venado, reparar el techo del templo. Y cuando ésta película termina y abandonamos ese pequeñísimo centro ceremonial perdido en las montañas, nos queda la sensación de haber conocido unos seres maravillosos y de haber soñado con un mundo mágico en el que radica una gran parte de la belleza y de la espiritualidad de México. Ahora sabemos quienes son los huicholes y ahora sabemos también que debemos ayudar de algún modo a que esta vida no se pierda amenazada como esté, de una muerte próxima.

Excepto por algunas secuencias, la edición de la película que vio Fernando Benítez ya no existe porque John Lilly lo desmontó unos años después de la proyección para volver a editar la película con base en más material cinematográfico que acumuló, la cual incluye otra peregrinación de 500 kilómetros a Huicuta en 1982, filmada por los Lilly en 35mm. Problemas de salud y financiamiento impidieron que acabaran la película--John Lilly murió en 2007--, y desde entonces lo que Benítez llamó "el documental más importante que se haya filmado en México" ha quedado inconcluso.

Sin embargo, John y Colette Lilly llegaron a ser conocidos por intelectuales, investigadores, artistas y cineastas de todas partes de México y otros países. Han tenido un impacto importante en los campos de la historia, la etnología, la antropología, la ecología, y la cinematografía.

Hoy en día, la "Colección Digital John y Colette Lilly", una digitalización de más de 40 horas de tomas catalogadas de su archivo fílmico, puede ser visualizada en la Biblioteca Miguel León Portilla de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa. En el Museo Zacatecano en Zacatecas, hay una exposición permanente de su obra en varios medios. Y desde el 20 de octubre de 2016, hay una exposición de su obra fotográfica en el Centro de la Imagen en la Ciudad de México, que estará en exhibición hasta el 27 de marzo.