07 · 03 · 18 Las lecciones que dejó Guillermo del Toro en sus clases magistrales en el 15º FICM Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Gabriela Martínez @GabbMartivel El director mexicano Guillermo del Toro ofreció dos clases magistrales —una seguida de otra debido al entusiasmo del público— en el Teatro Ocampo, moderadas por el editor de Sight and Sound, Nick James, y con la presencia de Daniela Michel, directora general del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). El director de The Shape of Water dio algunas recomendaciones a todos los jóvenes que asistieron a su clase magistral y que buscan convertirse en cineastas. Influencias y originalidad Guillermo del Toro afirmó que él no ve películas por obligación, refiriéndose a las películas que la gente considera necesarias para entender la historia del cine. "Las influencias con esta película son influencias completamente diferentes a las que ustedes creerían (...) Como mexicano, tengo a Ismael Rodríguez, a los melodramas de Pedro Infante en la sangre. Dos de mis películas favoritas de cuando era niño son No desearás a la mujer de tu hijo y La oveja negra". "El amor por el mostro viene del cine mexicano (...) La comunión entre lo cotidiano y lo fantástico, de manera completamente natural y no perversa, es mexicanidad. Vivimos en un país donde lo sublime y lo terrible suceden de un segundo a otro." Además, dijo que el cine silente fue muy importante para realizar The Shape of Water, particularmente para Sally Hawkins, cuyo personaje en la película no puede hablar. Por otra parte, el cineasta dijo que la única originalidad que puede existir en el arte es la síntesis. "Todo lo que se quiere decir, de alguna u otra forma, ya se ha dicho. Lo que le da a un artista su propia voz es la síntesis de esos elementos en algo diferente, algo que tenga un timbre como la voz y se pueda volver distintivo". De esta forma, "las influencias sólo se pueden utilizar una vez que han sido procesadas a través de tu propia vivencia. Cualquier cultura sin procesar por nuestra vivencia, es conocimiento inútil". El director aprovechó la oportunidad para agradecer la presencia de Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, pues reconoció la labor que ha hecho por rescatar el cine mexicano. "La perfección es lo peor que te puede pasar tanto en el arte como en la vida" De acuerdo con del Toro, un cineasta debe tener "la fragilidad de un poeta y la resistencia de un luchador", porque es una carrera de trabajo constante y los resultados no son inmediatos. Lo único que los jóvenes necesitan escuchar de alguien experimentado es un permiso para hacer eso que les gusta. Algo importante en el oficio es aprender a depurar ideas contestando siempre el qué, cómo, cuándo y dónde de todo lo que se mostrará en la película, "mientras más practicas, más aprendes a escuchar a la película", agregó. Del Toro contó que el proyecto de The Shape of Water empezó hace seis años, pero no concibe la idea de haberla filmado hace dos años. "La voracidad del cine es tan grande a nivel íntimo, que te roba la vida y es un sustituto muy pobre si no aprendes de estas películas, lo bueno y lo malo (...) de todas he aprendido un poquito". Agregó que la idea para esta película surgió de la reformulación de su infancia, " es un cuento de hadas para tiempos difíciles". Recomendó a los jóvenes cineastas conocer su propia biografía e identificar el lado que más les dé miedo. "Hablen de cosas que les duelan, que les den vergüenza, apuro, lo que sea, porque eso es su voz. Las cosas que ustedes pueden ver como defectos, son sus virtudes. La virtud es un defecto potenciado (...) Fíjense muy bien, porque la juventud disfraza las virtudes de defectos". "El deber primordial es saber la historia de este medio (cine) y conocer el idioma (...) La imagen es adjetivo y es verbo, el verbo es la acción, es lo que sucede; el adjetivo es cómo la califican ustedes con su lente, su diseño de producción, su vestuario su actuación, el ritmo y el flujo de la película". ¿Cómo trabajar con actores? El cineasta dijo que lo primero que hace es una biografía de cada personaje con gustos, aficiones, cómo se perciben a sí mismos y cómo son percibidos por el mundo, todo desde que nacieron, hasta el inicio de la película. Cada actor decide qué información toma o desecha de esas biografías. El siguiente paso es el trabajo de mesa, en el que se hace una lectura, escena por escena, con los actores para hablar sobre la importancia de cada uno. De esta manera, dice del Toro, es más fácil dar indicaciones a los actores por medio de verbos y acciones específicas. Una recomendación más fue tomar clases de actuación . Ve las clases magistrales completas que el director Guillermo del Toro impartió en el 15° FICM.