27 · 11 · 14 Cine para escapar de las fiestas de fin de año Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Ma. Cristina Alemán, editora en jefe (@mcristina) No me gustaría ser malinterpretada, la Navidad y todas sus fiestas aledañas / alternativas me parecen increíbles. Las familias y amigos se reúnen a comer y beber, las casas se llenan de luces y abundan los buenos deseos. Pero a veces tanta abundancia cansa. Tomando en cuenta que los villancicos comienzan a sonar en los centros comerciales desde finales de octubre y que llega un momento cuando incluso los más entusiastas requieren un descanso de Rodolfo el Reno y de los Reyes Magos, propongo cinco estrategias para escapar de las fiestas de fin de año a través del cine. Mejor sólo que mal acompañado: Durante el Guadalupe-Reyes es casi imposible tener un tiempo a solas, de pronto nuestras agendas se llenan de compromisos sociales dignos de la chica más popular de la escuela. Como paliativo a tanta convivencia, recomiendo cine que reivindica el poder del individuo. Muriel's Wedding (1994, Australia), de P. J. Hogan; Gloria (2013, Chile), de Sebastián Lelio; y Happy-Go-Lucky (2008, Reino Unido), de Mike Leigh, son buenos ejemplos de películas para dejar atrás la presión social y, en palabras de Billy Idol, bailar solo. Salir a tomar el fresco: El mejor remedio para la claustrofobia provocada por la decoración excesiva de la sala familiar es salir de viaje, y no hay manera más rápida de hacerlo que con una road movie. En películas como The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert (1994, Australia), de Stephan Elliott; Y tu mamá también (2001, México), de Alfonso Cuarón; y Little Miss Sunshine (2006, Estados Unidos), de Jonathan Dayton y Valerie Faris, puedes acompañar a diversos personajes en su camino y olvidarte de tus límites geográficos. Viaje a la luna: Hablando de excursiones imaginarias, otra posibilidad es viajar a una realidad alterna. Pero como la Navidad ya está llena de fantasía (o por lo menos eso dicen los anuncios), sugiero una dosis saludable de ciencia ficción. Un clásico como Solaris (1972, Unión Soviética), de Andrei Tarkovsky, te mantendrá apropiadamente distraído durante el intercambio de regalos, y si aún tienes ganas de perderte en el espacio, puedes ver Twelve Monkeys (1995, Estados Unidos), de Terry Gilliam, o Moon (2009, Reino Unido), de Duncan Jones. No todo es lo que parece: Para dejar atrás todas las convenciones, no sólo las navideñas, olvídate de la narrativa lineal y busca cine que te desconcierte, que no te entregue todo digerido. Podrías empezar por un largometraje de ficción como Lost Highway (1997, Estados Unidos), de David Lynch, o por un ensayo documental como Sans soleil (1983, Francia), de Chris Marker. Si eres más aventurado, recomiendo navegar por la galería enorme de videos experimentales de distintas épocas y países en el portal UbuWeb (www.ubuweb.com). Una probada de lo macabro: Finalmente, para no deslumbrarse por las velas del fin de año, sugiero explorar la oscuridad por medio del cine de terror. Películas como Hasta el viento tiene miedo (1968, México), de Carlos Enrique Taboada; Rosemary's Baby (1968, Estados Unidos), de Roman Polanski y [Rec] (2007, España), de Paco Plaza y Jaume Balagueró, podrían lograr que regreses a la mesa navideña con alivio de encontrar todo bien, listo para otro mes de celebraciones.