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Bruno Dumont presenta Camille Claudel 1915 en el 11º FICM

Dentro del programa de invitados especiales del FICM esta noche se exhibió Camille Claudel 1915 de Bruno Dumont. La función de gala comenzó con la presentación de Daniela Michel, quien calificó a la película como una obra magistral. Michel rememoró que desde que la vio en el Festival Internacional de Cine de Berlín tuvo el sueño de presentarla al público mexicano.

Daniela Michel y Bruno Dumont

Dumont –quien asiste al FICM por segunda ocasión- comentó que era un gran honor presentar al público de Morelia la película y contó: “Juliette Binoche me contactó. Quería filmar conmigo. Reflexioné largamente para ver cuál era la propuesta que yo le podía hacer y le propuse Camille Claudel. No sé si ustedes conozcan bien a Camille Claudel, en Francia es muy conocida. Fue una artista muy, muy importante. Ella fue alumna y amante de Auguste Rodin y llevó una vida extraordinaria porque era una gran artista, pero al mismo tiempo llevó una vida muy trágica como ustedes podrán apreciar en mi película. Ése fue el papel que yo le propuse a Juliette Binoche. No le di ningún guión. Ella trabajó a partir de las cartas que yo le proporcioné. Cartas que había escrito Camille Claudel y a partir de eso fue como trabajo. Y dentro de un instante nos volvemos a ver.”

Bruno Dumont

Finalizada la proyección -durante la sesión de preguntas y respuestas- el director galo sostuvo que se basó en las cartas y en el expediente médico que explica los hechos y los gestos de Camille Claudel, así como en la correspondencia que entabló con su médico. Dumont se apoyó en enfermeras y pacientes psiquiátricos verdaderos, gracias a que colaboró con un psiquiatra que practicaba arte terapia con sus pacientes, y consideraba que su participación en la película les resultaría benéfica: “Camille Claudel no tenía esquizofrenia, padecía paranoia y delirio de persecución. Su delirio se reflejaba en que temía que la envenenasen. Para ella Rodin la quería envenenar y dejó de esculpir justamente porque pensaba que Rodin enviaba espías para robarle sus ideas, eso hizo que ella siguiera con ese delirio. En realidad estaba menos enferma que los demás que sufrían de enfermedades mentales profundas, y entonces parecería que ella no estaba enferma, pero cuando llega Paul (Claudel) se descubre que ella sí estaba enferma. Entonces, el gran misterio es ¿por qué Paul no hace nada cuando el médico le anuncia que Camille está lista para regresar a su casa? Yo no sé nada, simplemente quise filmar el misterio.”

Bruno Dumont y Amat Escalante entre el público

Al ser interrogado sobre la razón de abordar la vida de Camille Claudel -cuando esto ya se había hecho- Dumont respondió: “La primera película hablaba de la relación que existió entre Auguste Rodin y Camille Claudel. Esta película es la continuación”.