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¡Ánimo, juventud!: Una comedia sobre el tránsito hacia la adultez

Gabriela Martínez

Martín, Daniel, Dulce y Pedro son cuatro adolescentes que enfrentan la tragedia y lo absurdo que a veces puede resultar ser joven en la Ciudad de México. Entre corazones rotos, el deseo de ser tratado como adultos y la aparente necesidad de encajar en la sociedad, ¡Ánimo, juventud! (2020), de Carlos Armella, hace una sarcástica invitación a los adolescentes a no rendirse y seguir adelante a pesar de lo complicada que pueda parecer la vida durante esta etapa.

La película formó parte de la Selección oficial del 18° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde el actor Mario Palmerín obtuvo una Mención Especial a Actor de Largometraje Mexicano por su trabajo en esta comedia.

¡Ánimo, juventud! (2020, dir. Carlos Armella)¡Ánimo, juventud! (2020, dir. Carlos Armella)

FICM: ¿Cómo surgió esta historia? ¿Cómo te inspiraste para empezar a escribir el guion y empezar a desarrollarla?

Carlos Armella: Pues la inspiración fue muy puntual, fue un grafiti que vi en la calle que decía “Cris te amo”. En ese momento me empezó a disparar ideas de porque lo habían escrito ahí, quien lo había escrito, empecé a imaginar la persona que lo había pintado, porque era una declaración de amor, a lo mejor era para Cristóbal, Cristina. Imagine que hubiera pasado si el dueño de la pared encuentra a quien lo pintó, con todo eso cree una historia en mi mente de un chavo, de como empieza a quererse a sí mismo, de ahí surge el personaje de Martín. Luego, todos los demás personajes fueron apareciendo muy rápido.

Todos los personajes se van ligando unos con otros, también en Monterrey conocí a un taxista, y a partir de lo que me contó también fui creando una historia que tiene un tono de comedia. Nunca había trabajado en este tipo de contenido, tal vez en Club de Cuervos experimente un poco pero antes no.

FICM: ¡Ánimo, juventud! formó parte de Impuso Morelia en 2018 ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Cómo fue desarrollar tu trabajo en Impulso? ¿ Qué aprendiste?

CA: La primera versión del guion la escribí a finales de 2014, de ahí en 2015 fue seleccionado en Torino Film Lab, 2016 fue seleccionado en Impulso Morelia Desarrollo. Eso fue muy importante para ver como esta película iba para adelante, yo venia de hacer otro tipo de documentales, cortos y ficción; estos impulsos me ayudaron para motivarme, sumado al acercamiento con Andrea Stavenhagen y con José María Riba. Después ya filmamos la película y en 2018 nos invitaron a presentarla como Working Progress, ese Impulso Moreia sucedió menos de un mes después de haberla filmado, entonces corrimos y llegamos a Morelia.

Para mi no fue la mejor experiencia porque sólo presente la mitad, en un primer armado, fue una especie de prueba bastante dura. El momento de presentación fue muy estresante, pero, José María Riba dio muy buenos consejos, siempre fue muy afectuoso, él se dio cuenta de mi estrés y fue muy acogedor, él estuvo al pendiente del proyecto, incluso cuando fuimos al taller de Cinéfondation en Cannes él estuvo al tanto, fue a verme. Eso se reforzó en la parte de Impulso Morelia.

FICM: Mario, participar en la película implicó ciertos retos, tuviste que tomar clases de trompeta para firmar ciertas secuencias ¿Puedes contarnos como fue que te integraste al cast y cómo fue tu experiencia filmando?

Mario Palmerín: Pues al cast llegué gracias a una maestra que tuve que se llama Viridiana Olvera. Primero me hizo grabar un video preguntándome si tuviera un super poder cual tendría y después de eso ya tuve mi call back donde conocí a Charly y pues me quede. Yo estaba muy contento, no me la creía por completo, la verdad es que yo desconocía el proceso de un protagonista de una película.

Estuve preparándome unos meses y la trompeta si fue un reto, yo nunca había tocado ese instrumento en mi vida, tuve un gran maestro que fue Daniel Meneses. Fue difícil porque yo tenia que acostumbrarme a estar todo el tiempo con mi trompeta y pues la traía en el metro, si salía me la llevaba, el dolor en los labios era muy grande. De toda la película, la escena de la trompeta fue la que más me costó, cuando la hice sentí un gran alivio y emoción.

CA: A mi me gustaría agregar que quizá uno de los mayores retos que tuvo Mario, más que la trompeta, fue el taxi; sobre todo los últimos días nos fallaba mucho y yo estaba muy seguro de no querer filmar con un cámara car, subir el coche a una plataforma, yo quería que Mario realmente manejara y actuara al mismo tiempo, que su coche pudiera dar vueltas, que no fuera el nada más yendo en una recta sobre una plataforma, sino que si tuviera esta tarea escénica de ir trabajando.

MP: Sí, el estrés que el personaje tiene manejando realmente lo tuve. Fue difícil porque yo nunca había actuado manejando, pero me sirvió de ejercicio, en verdad lo disfruté mucho, aprendí mucho porque fue en el taxi el lugar donde conviví con muchos actores y les aprendes algo.

CA: También para añadir algo más a cómo fue que Mario se incorporo al cast, la verdad es que con su personaje yo tenía algo diferente en mente, pero cuando vi a Mario sentí que había algo y dije a ver veámoslo, hagamos un call back. Cumplió con todas mis expectativas y las superó y estoy muy feliz con esa decisión.

FICM: De hecho, obtuviste la Mención Especial a Actor en Largometraje Mexicano en el Festival ¿Cómo te sentiste?

MP: Honestamente no lo esperaba porque era mi primera película, mi primer festival. Recuerdo que estaba en mi casa y la trasmisión fue por Facebook Live y dije “pues la voy a ver” y cuando gané le empecé a gritar a mi mamá. Me dio mucho gusto, no me la creía por completo.

FICM: Algo interesante dentro de la película son las actuaciones de todos y la elección de los lugares son muy naturales. Nos puedes contar un poco, Carlos, ¿cómo fue la elección de los lugares?

CA: Desde que la escribí yo quería una película muy chilanga, muy de la Ciudad de México, pero no quería la Ciudad de México de los monumentos históricos, ni las colonias muy aspiracionales, creo que eso es para otro tipo de comedia, muy usado, muy visto. Yo quería esta ciudad de México que yo siento que tiene esta parte sucia, desgasta, muy vívida; esa fue la premisa, los espacios, las casas. No quiero que se vean recientemente pintados, no quiero una colonia que esté colorida, yo quiero la pintura desgastada la pintura que tiene 20 años que le dieron su ultima mano, y que se siente así “rasposa”. Quería algo que se sintiera más del día a día, de lo ordinario, y una historia más vivida, tampoco queríamos una película del arrabal, queríamos buscar otra atmosfera más natural; los personajes también, pensar que son chicos que puedes encontrarlos en la calle, en el metro, quería algo con lo que todos podamos identificarnos en la vida diaria, yo quería estar en ese punto medio donde se representara a la Ciudad de México y su gente.

FICM: La película se siente muy fresca porque muy pocas veces se habla de estas cuestiones de los jóvenes, de qué es crecer, qué es ser joven. ¿Qué me pueden decir de cómo se sintieron al hacer esta película? Tú, Mario, ¿Te sentiste representado como joven? ¿Qué te genero ver este cine distinto que no se va ni a la periferia ni a las cosas super trágicas, sino que habla de la realidad actual de los jóvenes en el siglo XXI?

MP: Pues cuando yo leí el guion me di cuenta que Carlos tiene razón es una película que te muestra la realidad, son situaciones reales y yo no me identifique porque no he vivido situaciones similares a las de los personajes, pero en mi entorno, mis amigos, donde crecí lo veo y es muy real. Yo se que el cine tiene un poco de ficción, pero en este caso son cosas reales, creo que muchos jóvenes necesitamos ver que podemos expresarnos y podemos hacer muchas cosas. Son situaciones reales, los personajes se ven adaptados a su situación, todo embono muy bien.

CA: Para mí esta ese lado realista y también quería tocar ese punto del absurdo que creo que se percibe más en la historia de Pedro, que tiene un sentido metafórico de este adolescente incomprendido, pero desde un sentido en que te puedes identificar en sus relaciones con sus hermanos, con sus papás, con el director de la escuela. Algunas partes vienen de experiencias personales de mi adolescencia trasladados a otras historias y otros personajes, para mi este es el punto de partida donde me voy convenciendo de que este es el trabajo que quiero hacer si yo me identifico voy a encontrar más gente que se va a identificar porque yo no soy un alienígena.