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Luis Buñuel, exilio y surrealismo

Azul Ramírez

A 121 años del nacimiento de Luis Buñuel, recordamos algunas de sus obras que, a pesar de ser filmadas en distintas latitudes, lograron mantener el distintivo sello de su autor: el surrealismo.

Buñuel tuvo su primer acercamiento con el surrealismo al llegar a París tras dejar sus estudios en Madrid, España. Ya en la capital francesa, comenzó a desempeñarse como crítico en varias publicaciones de cine y arte, poeta y cineasta, siempre influenciado por este movimiento artístico

Sus dos primeros filmes fueron realizados con ayuda del pintor español Salvador DalíUn perro andaluz (1929), que con el tiempo se convertiría en el mayor referente del cine surrealista; y La edad de oro (1930), filme que causó un gran escándalo y descontento entre el público conservador, a diferencia del primero que fue recibido con gran éxito.

Un perro andaluz (1929, dir. Luis Buñuel)

En 1932 Buñuel regresó a su país natal para filmar Las Hurdes, tierra sin pan (1932), cortometraje documental que incomodó al público de la época pues retrataba con crudeza una de las regiones más pobres y menos desarrolladas de la España. El documental fue prohibido por el gobierno de la segunda república española.

Con la llegada de la Guerra Civil Española en 1936, Luis Buñuel huyó de su país hacia el continente americano, donde el azar lo llevó a pisar México, lugar donde encontraría una segunda oportunidad para desempeñarse como cineasta.

El productor francés Ronald Tual encargó a Buñuel filmar Gran Casino (1946) y El Gran Calavera (1949), esta última fue un gran éxito comercial que le permitió filmar la que posiblemente sería su obra más importante en México: Los Olvidados (1950), cinta que en su momento causó indignación entre quienes estaban acostumbrados a cintas ultranacionalistas, pues mostraba a la Ciudad de México como un “semillero de futuros delincuentes”. Con el tiempo, la película obtuvo reconocimiento internacional y logró ser reestrenada con éxito.

 Viridiana (1961, dir. Luis Buñuel)

En México, filmó en total 17 películas, dos producciones francesas y cinco coproducciones con Francia, EUA y España; algunas, como Él (1953), Nazarín (1959), Viridiana (1961) y El Ángel Exterminador (1962) consideradas sus obras de mayor madurez, y otras como Susana (1951), La joven (1960) y Ensayo de un crimen (1955) que realizaba para subsistir económicamente, pero que mantenían la calidad propia del realizador.

El discreto encanto de la burguesía (1972, dir. Luis Buñuel)

En la década de los setentas, Buñuel volvió a España para filmar Tristana (1970), película nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera, pero es hasta 1972 que se lleva la estatuilla por El discreto encanto de la burguesía (1972), filmada en Francia, donde se estableció nuevamente para filmar La Vía Láctea (1968), El fantasma de la libertad (1974) y el que sería su último filme francés antes de morir en la Ciudad de México: Ese oscuro objeto del deseo (1977), adaptación de La femme et le patin de Pierre Louÿs.

Un hito alrededor del mundo, el realizador aragonés siempre será recordado como uno de los más grandes directores en México.