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Ismael Rodríguez, una vida marcada por el cine

El cine fue una constante en la vida del mexicano Ismael Rodríguez; las cámaras, los proyectores, las luces, y los libretos lo acompañan casi desde la infancia. Él y sus hermanos dejarían un gran legado en el cine mexicano. Ismael fue un todólogo del séptimo arte; fue productor, director, guionista, editor sonidista, fotógrafo e incluso llegó a actuar en varias películas.

Nacido el 19 de octubre de 1917 en la Ciudad de México, a los doce años se inicia en la actuación en filmes experimentales mientras vivía con su familia en Los Ángeles, California. En 1931, al lado de sus hermanos Joselito y Roberto, trabajó en el primer sistema sonoro de México. Ya con un profundo interés en el cine, Ismael decidió estudiar fotografía en el laboratorio de Jorge Stahl padre, donde se desempeñó como actor juvenil y anotador. Al año siguiente continuaría su formación en el Radio Institute of California, donde tomó clases de sonido y proyección. Con tan sólo 19 años de edad, Ismael Rodríguez ya se desempeñaba como operador de sonido.

La pasión que él y sus hermanos compartían por el cine los impulsó a fundar la productora Películas Rodríguez en 1939. Desde este momento Ismael decidió explorar su faceta como guionista y escribió muchos de los guiones que sus hermanos dirigieron como Viviré otra vez (1939, dir. Roberto Rodríguez), El secreto del sacerdote (1940, dir. Joselito Rodríguez) y ¡Ay Jalisco, no te rajes! (1941, dir. Joselito Rodríguez). Finalmente, en 1942 con sólo 22 años tiene su debut como director con la comedia ranchera ¡Que lindo es Michoacán!, protagonizada por Tito Guizar y Gloria Marín y con la presencia de Evita Muñoz.

Ismael Rodríguez incursionó en diferentes géneros cinematográficos, pero fueron la comedia y el melodrama sus géneros más exitosos. Pocos como él para captar y retratar la esencia del México del siglo XX. Una de sus mejores duplas de trabajo la encontró con el actor Pedro Infante; desde que trabajó con él en Escandalo de las estrellas (1944), no lo dejo ir. El éxito de ambos se catapultó con cintas como Los tres García (1946), Nosotros los pobres (1946), Ustedes, los ricos (1948) Los tres huastecos (1948), La oveja negra (1949), A toda máquina (1951), Pepe el toro (1952), y Tizoc (1956). Nosotros los pobres es tal vez una de las mejores películas del mexicano, lo posicionó como uno de los mejores directores mexicanos del momento y también fue el despegue actoral de sus protagonistas: Blanca Estela Muñoz, Pedro Infante y Evita Muñoz "Chachita".

Su talento conquistó al público mexicano y su trabajo fue reconocido internacionalmente cuando en 1958 su película Cucaracha, protagonizada por María Félix, Dolores del Río, Pedro Armendáriz, Emilio "El Indio" Fernández e Ignacio López Tarso fue nominada en la Sección Internacional del Festival de Cannes. Ese mismo año, Tizoc recibió el Globo de Oro por Mejor Película Extranjera. En 1963 el Festival Cinematográfico de Cork en Irlanda le otorgó el Premio Waterford Glass por su película El hombre de papel. A lo largo de su trayectoria artística, su trabajo fue homenajeado y reconocido alrededor del mundo.