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Presentación de The Salt of the Earth

En la 12ª edición del FICM se presentó el estreno internacional de The Salt of the Earth (2013), una película dirigida en conjunto por Juliano Ribeiro Salgado y Wim Wenders. Este proyecto surgió de una coincidencia entre los intereses de los directores. Por un lado, Wim Wenders ha investigado a través del formato documental los procesos creativos de diversas personalidades del arte, como Pina Bausch, Yohji Yamamoto o el grupo Buena Vista Social Club. Por otro lado, Juliano Ribeiro Salgado sintió la necesidad de acercarse a su padre a través del lente de la cámara y había comenzado a filmar al legendario Sebastião Salgado, uno de los fotógrafos documentalistas más importantes del mundo.

Varias peculiaridades surgen en el proceso de producción de esta magna obra. Además de la etapa de filmación del más reciente viaje de Sebastião, existía el reto de ir a la revisión de su obra para comprender cabalmente al artista. La solución plástica que encontraron resultó un magnífico dispositivo visual en donde aparece la expresión facial y la reacción del fotógrafo al estar frente a sus obras. Así mismo, logra conservar la intimidad del recorrido en su trabajo y evita que una presencia irrumpa en los recuerdos del personaje retratado. El resultado es una pieza íntima que va de la decepción a la esperanza que nos permite adentrarnos en el mundo de Wim Wenders y Sebastião Salgado, dos leyendas acompañadas por la mirada del hijo y del amigo.

Alejandro Ramirez Magaña y Juliano Ribeiro

En la presentación de este filme, el co-director Juliano Ribeiro Salgado comentó:

Sobre el proceso de filmación de la película:
“Se hizo en tres fases: la escritura, pensar como contar la trayectoria, llevó un año y medio; la segunda fue rápida, en unos seis meses se filmaron las entrevistas con Sebastião, yo ya había viajado con él en su último proyecto y luego fuimos juntos a Brasil para hacer el final del filme. Pero lo más difícil fue cuando llegamos a la tercera fase, porque ahí dos directores es muy complicado. La edición fue difícil por ello, y hasta después de un año nos dimos cuenta que lo que habíamos hecho, no estaba a la altura de Sebastião y nos sentamos dos meses para corregirlo.”

Sobre el encuentro padre e hijo a partir de esta obra:
“Al inicio, en el 2009, yo tenía miedo de hacer un filme de mi padre por algunas peleas y otras razones. Pero Sebastião insistió en que yo le acompañara en un viaje al Amazonas, fue nuestro primer viaje juntos. Yo tenía  miedo por el idioma y al final todos son tan sencillos y tan amorosos y dulces e hicimos una buena relación. Fue una cosa muy importante para los dos, Sebastião quedó muy emocionado de ver cómo lo filmaba y ver cómo lo veía.”

Sobre el legado de Sebastião Salgado:
“Cuando empezamos a hacer esta película algo estaba muy claro: por un lado que Sebastião es un fotógrafo increíble, pero también logró un testimonio muy importante de hechos relevantes durante 48 años. Queríamos hacer un filme sobre la persona que había tenido esa experiencia única, a través de quien se podría aprender muchas cosas que nosotros normalmente no tenemos oportunidad de presenciar. Rápidamente nos dimos cuenta que sería posible contar esto en un filme en honor a él, que es muy realista sobre lo que es el mundo: una cosa terrible en muchos momentos. Nosotros queríamos repasar esto para todos nosotros: un momento de crisis, muy negro, y saber cómo podemos cambiar las cosas. Por lo menos tenemos un sueño de lo que  podría ser un mundo mejor, y que es posible cambiar las cosas cuando lo intentamos.”

 Cobertura por Fabiola Aguilar Díaz (@panoramafunky)