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Julio Bracho, un director imprescindible de la Época de Oro del Cine Mexicano

El cine de oro mexicano se entiende a luz de grandes figuras; actrices, actores, directores y guionistas lograron crear películas que se consolidaron como verdaderos clásicos del cine. Uno de los directores más aclamados y responsable de las mejores obras del cine mexicano fue Julio Bracho, quien dirigió películas y obras de teatro. Además fue guionista, argumentista, productor y actor; su obra es amplia y variada. Nadie como Bracho para transitar de un género a otro, desde la comedia, pasando por los melodramas hasta adaptaciones cinematográficas.

Nació el 17 de julio de 1909 en Durango, Durango. Creció rodeado de un ambiente artístico; sus primos fueron los famosos actores Ramón Novarro y Dolores del Río. El teatro fue una de sus grandes pasiones, aunque más tarde lo sería el cine. En 1930 trabajó como director escénico con Escolares del Teatro y posteriormente trabajaría en el Teatro Orientación de Bellas Artes.

Crepúsculo (1945, dir. Julio Bracho) Crepúsculo (1945, dir. Julio Bracho)

En 1960 realizó La sombra del caudillo (1960), inspirada en la obra homónima de Martín Luis Guzmán, película que fue censurada por treinta años y que incluso fue conocida como la "película maldita del cine mexicano". Se cuenta que el entonces presidente Adolfo López Mateos mandó tropas federales para allanar los cines y llevarse todas las copias de la película, todo ello porque el filme retrataba la desilusión y el fracaso de la Revolución Mexicana y exhibía la imperante corrupción estatal.

Durante la parte final de su carrera, se dedicó a crear filmes de tono biográfico e histórico, destacando películas como Morelos, siervo de la nación (1965) y En busca de un muro (1973), inspirada en la vida del muralista mexicano José Clemente Orozco.

Julio Bracho dejó un legado inmenso en mundo cinematográfico y el teatro, tras su muerte en 1978, diversas academias de cine han honrado su trabajo. En 2017 el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nuevo York le dedico el ciclo "Between Twilight and Dawn: Julio Bracho and the Golden Age of Mexican Cinema", done el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) participó en la curaduría. Sus dos obras maestras: Distinto Amanecer (1943) y Crepúsculo (1945) se han exhibido en diversos ciclos de cine en Europa y Estados Unidos.

Entre los críticos del séptimo arte, el cine mexicano no puede entenderse sin el gran legado que dejo Julio Bracho; sus películas no le piden nada a las obras maestras del cine norteamericano y europeo.